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Seis años de presencia española en Líbano

Seis años de presencia española en Líbano

Por Teniente Coronel D. Antonio Cabrerizo.

La Fuerza de Naciones Unidas para el Líbano (UNIFIL) fue creada en marzo de 1978 por acuerdo del Consejo de Seguridad de la ONU, tras un ataque palestino a una aldea de Israel que se saldó con treinta y cinco muertos, todos ellos civiles judíos.

Durante esos años se produjeron numerosos incidentes entre las Fuerzas Armadas de Israel y milicianos de Hezbollá. A raíz de la agresión de unos milicianos de Hezbollá contra soldados de Israel, el 12 de julio de 2006, se iniciaba una guerra de 33 días de duración. Tras arduas negociaciones los contendientes acordaron el alto el fuego y el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas daba un nuevo mandato a UNIFIL mediante la Resolución 1701 de 11 de agosto de 2006. Con este mandato la ONU acordó desplegar una fuerza de unos 15.000 soldados para garantizar el mantenimiento del alto el fuego entre Israel y la milicia de Hezbollá al sur del río Litani, en el sur de Líbano. A esta misión España decidió aportar un total de 1100 hombres y asumir el mando del Sector Este de UNIFIL mediante un CG tipo Brigada, un GT y las Unidades de apoyo de combate y apoyo logístico necesarias. Unidades de India, Indonesia, Polonia, Malasia y China estuvieron encuadradas junto a España formando la Brigada Multinacional Este, bajo el liderazgo español.

El primer contingente español estuvo formado por la Fuerza Expedicionaria de Infantería de Marina y de La Legión Española. Tuve la suerte de ser uno de los primeros españoles que llegaron en misión de reconocimiento junto a otros 10 compañeros el 9 de septiembre de 2006. La llegada del grueso de las tropas de Infantería de Marina se produjo en las playas libanesas el 15 de septiembre y un mes después fueron relevados por mis compañeros de la Brigada de Infantería Ligera ‘Rey Alfonso XIII’ de La Legión. Desde entonces, las Fuerzas Armadas españolas cuentan con unidades de la misma entidad (Brigada de Infantería Ligera) en el sector Este.

Dentro de UNIFIL, las fuerzas españolas se despliegan en varias áreas: el grueso del contingente constituye el núcleo de la Brigada Multinacional Este, ubicado en la base ‘Miguel de Cervantes’, en el término municipal de Blat (cercanías del pueblo de Marjayoun). También participan tropas españolas en el Cuartel General de la misión, en Naqoura. Por último, un oficial español está encuadrado en la Célula Militar Estratégica para UNIFIL, ubicada en Nueva York.

La misión se encuentra actualmente en la llamada fase tres de transición en la que las fuerzas libanesas van asumiendo la responsabilidad sobre el control de la zona de operaciones. Para poder pasar a la fase cuatro y última es requisito previo que se alcance un acuerdo formal de alto el fuego entre Israel y Líbano, lo que actualmente parece poco probable. Esto, unido a la imposibilidad práctica de desarmar y desmovilizar a todos los grupos armados en Líbano obliga a prolongar esta misión de forma indefinida.

Hasta ahora han sido desplegados unos 16.000 militares españoles en las distintas rotaciones que se han realizado en los últimos 6 años. En este tiempo han efectuado más 80.000 patrullas en las que han recorrido más de diez millones de kilómetros; y en más de 1000 misiones de desactivación de explosivos se han inutilizado cerca de 5.000 artefactos.

Durante este año no se han registrado violaciones significativas del alto el fuego entre las Fuerzas de Defensa israelíes y las Fuerzas Armadas libanesas. Se ha reducido sensiblemente el número de incidentes a lo largo de la Línea Azul, pero aún se pueden observar frecuentemente en el cielo libanés las estelas que dejan a su paso aviones tripulados y no tripulados judíos que sobrevuelan la frontera entre los dos países. El Gobierno de Israel sostiene que son medidas de seguridad necesarias.

Por otra parte, los cascos azules españoles han constatado una serie de violaciones leves a lo largo de la Línea Azul provocadas principalmente por cazadores y pastores libaneses que se adentran en la zona sin saber, en la mayoría de los casos, que está prohibido por la Resolución 1701.

Dentro del sector Este existen otros puntos conflictivos que podrían ser fuente de tensiones en un futuro: las granjas de Shebaa y la aldea de Ghadyar.

El primero de ellos, un área de 30 kilómetros cuadrados en el extremo noreste de la Brigada, es uno de los caballos de batalla de Hezbolla, que reinvindica su pertenencia al Estado libanés y justifica el uso de cualquier medio para su consecución. Aunque no es una reclamación histórica de Líbano —la primera vez que se hizo de forma oficial fue en el año 2000— lo reclama sobre la base de un acuerdo verbal con Siria. Israel, por su parte, solo está dispuesto a discutir este asunto con Siria.

El otro punto caliente, la aldea de Ghadyar, era parte de Siria antes de la Guerra de los Seis Días, de 1967, cuando Israel tomó la meseta del Golán limítrofe con Líbano. En 1981, sus habitantes, de origen sirioalauita, adoptaron una postura pragmática con su difícil situación y aceptaron el pasaporte israelí. Con el paso de los años, el pueblo se extendió hacia el norte, hacia territorio libanés. En el 2000, cuando la ONU trazó la Línea Azul, la mitad norte del pueblo quedó bajo el control libanés y la mitad sur en Israel, pero en la guerra del 2006 las fuerzas hebreas volvieron a la mitad norte. Actualmente, la aldea y sus inmediaciones son controladas por las dos secciones de fusiles del batallón español destacadas en la posición 4-28, reforzadas con otra perteneciente al Ejército de El Salvador. En ella habitan 2.000 personas de las cuales dos tercios viven en la zona norte del casco urbano. Los israelíes patrullan ese sector diariamente, aunque no permanecen en él y está vigilado en todo su perímetro exterior por cinco puntos de control de los cascos azules.


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