Por D. César Pintado Rodríguez.

Hoy entrevistamos a Joaquín Mañes, viejo amigo del Observatorio y autor de Añoranzas Hispanas de la Legión Extranjera. Con él diseccionamos su último título y la situación del mercado editorial.

¿Cómo surge Añoranzas Hispanas de la Legión Extranjera?
De toda la información que, tanto exlegionarios o familiares  de estos, me hicieron llegar tras la publicación de ”Españoles en la Legión Extranjera francesa”. Su génesis fueron las cartas que el sevillano José Lillo Lorite, paracaidista legionario, les envió a su familia desde Indochina, hasta que murió en combate en Dien Bien Phu, cartas que me hizo llegar su sobrino-nieto Rafael Lillo Gómez. Esa historia fue la llamada.

¿Qué aporta este libro respecto a los anteriores?
Este es un libro centrado en el hombre, en su fuerza, en su afán de supervivencia y en su espíritu de lucha. El de “Españoles en la Legión Extranjera francesa”  era la historia de esa institución militar contada a través de sus españoles más destacados; este libro lo es de relatos de españoles como protagonistas del mismo, que estuvieron en la Legión  o se relacionaron con ella de alguna forma.

Algunas historias de las contadas parecen al límite de la realidad. ¿Cómo conseguiste documentarte sobre ellas?
Por los propios testimonios facilitados y convirtiéndome en una “rata de biblioteca”, aunque bien es verdad que internet ayuda muchísimo a un investigador y, efectivamente, algunas de esta vivencias personales estaban tan al límite de la realidad que no podía dejarlas escapar, aunque he terminado agotado del esfuerzo.

¿Alguna historia de esos compatriotas enrolados en la Legión Extranjera te ha impresionado especialmente?
Colectivamente, tanto los españoles que terminaron siendo los “soldados blancos de Ho Chi Minh” como algunos otros que después de haber luchado en la División Azul terminaron en Indochina… A título individual, el valverdeño  Antonio Palanco Pérez, un compendio de inteligencia, fuerza y voluntad, en total cuatro años en Indochina más los comienzos de la guerra de Argelia.

La situación actual es muy distinta, pero de nuevo muchos españoles se ven en la necesidad de buscar su camino fuera y la Legión Extranjera sigue ahí. ¿Qué sabemos de los españoles que sirven hoy en ella?
Pues que son muy pocos, no más de sesenta, pero  bien es cierto, según me comentó recientemente un oficial de la Legión, que los occidentales, con la crisis económica, están llamando otra vez a las puertas de esta Institución, y entre estos, principalmente,  los  españoles e italianos del sur. En el 2º Regimiento Extranjero de Ingenieros, dentro del grupo de los legionarios provenientes de Europa occidental, la nacionalidad preponderante es la española, pero en una representación pequeñísima. Tras casi veinticinco años, y desde la caída del muro de Berlín, La Legión se sigue nutriendo, en su inmensa mayoría, de europeos de origen eslavo y de los Balcanes.

A tus facetas de abogado y escritor has añadido la de editor. ¿Cómo ves el mercado editorial, qué cambios ha experimentado?
Terrible, de mera supervivencia, no se compran libros…

¿Acabará el libro electrónico con el libro en papel?
No creo, cada uno encontrará su sitio; el libro electrónico es para consumo, un consumo masivo pero que no deja vestigio de nada; y el de papel es algo más, es un objeto que encierra  un mundo, y que como tal tiene su propia vida, su propia historia, la que va unida  al que lo posee y eso, tiene un valor enorme.

Ahora hay más opciones de autopublicación para un autor. ¿Qué futuro le espera a las editoriales?
En el corto plazo, subsistir, así de simple… y de duro.

Una pregunta difícil. ¿A quién se trata peor, al editor o al autor?
Todavía, aún, al autor… En España se escribe, nunca  mejor dicho, por amor al arte.

No sueles pasar mucho tiempo parado. ¿Algún nuevo proyecto a la vista?
Pues, la verdad, estimado César, que no tengo nada en mente; ayúdame, amigo… (sonríe).

Muchas gracias Joaquín, y mucha suerte con tu libro.