D. Carlos González de Escalada Álvarez.
El Origen de la Unidad
El origen del 1er Escuadrón Paracaidista del Ejército del Aire se sitúa en la creación en marzo de 1946 de la 1ª Bandera de la 1ª Legión de Tropas de Aviación de Alcalá de Henares, que en enero del año siguiente, en 1947 pasó a denominarse 1ª Bandera de Paracaidistas de Aviación. El lema adoptado por la unidad fue: “Sólo merece vivir quién por un noble ideal está dispuesto a morir” (que sigue siendo el del actual Escuadrón de Zapadores Paracaidistas, EZAPAC). El primer jefe de esta precursora 1ª Bandera fuel el capitán Ángel Salas Larrazábal, un as de la aviación Nacional española. Sin embargo, el capitán Salas no llegaría a mandarla en efectividad porque que a los pocos meses, en agosto de 1947, se le nombró director de la recién constituida Escuela de Paracaidistas en el aeródromo de Alcantarilla. De hecho, un mes más tarde, en septiembre, empezó el primer curso de paracaidismo (con la bandera al completo), que finalizó el 10 de abril de 1948. En esta primera promoción obtuvieron el diploma de cazador-paracaidista 165 alumnos, de los cuales 15 eran oficiales, 22 suboficiales, 33 cabos y 95 soldados. Todavía en instrucción, el primer salto de la unidad se registró el 23 de enero de 1948. Más tarde, en abril de 1953 la bandera pasó a denominarse 1er Escuadrón Paracaidista del Ejército del Aire.
Despliegue en Ifni
Todavía no se habían cumplido diez años desde el bautismo aéreo del primer curso de aquella 1ª Bandera precursora, cuando a las 11:00 de la mañana del 6 de diciembre de 1957 el Escuadrón recibe la orden de alistarse urgentemente para intervenir en la guerra de Sidi-Ifni. Previamente, los alumnos del 39º curso de la Escuela reciben la orden de incorporase inmediatamente al Escuadrón. Los alumnos no habían completado su instrucción y sólo habían realizado cuatro lanzamientos en paracaídas. Se dio la anécdota de que uno de los soldados, que había estado rebajado de servicio, saltó seis veces en un mismo día para poder marchar con sus compañeros.
El 7 de diciembre, a las 05:00 de la madrugada, la unidad al completo se trasladó al aeródromo de Getafe para partir hacia la colonia española, pero no bastaron los JU-52 y DC-3 del Ejército del Aire, y hubieron de movilizarse aviones de las compañías Iberia y Aviaco. Hicieron falta más de 30 aviones para trasladar a todo el escuadrón con su material e impedimenta. Fue una de las mayores operaciones militares de transporte aéreo llevadas a cabo en España hasta la fecha. Componían este histórico 1er Escuadrón tres escuadrillas: la 1ª, al mando del capitán Pérez Ramos, la 2ª Escuadrilla, mandada por el capitán Celso Díaz Pérez y la 3ª Escuadrilla, bajo mando del capitán Francisco Gefal.
El escuadrón llegó a Ifni por la tarde de ese mismo día y queda a las órdenes del entonces gobernador del África Occidental, general de división Mariano Gómez-Zamalloa y Quirce, laureado de San Fernando y aclamado como héroe del Ejército Nacional en la batalla del Jarama.
Esa misma noche se le asigna a la 1ª Escuadrilla la misión de relevar a varias compañías de paracaidistas del Ejército de Tierra en Busgadir. En los días siguientes, a la 2ª Escuadrilla se le asigna la protección del aeródromo y algunos puntos vitales de la ciudad, dando el relevo al Grupo de Tiradores de Ifni nº1. Por su parte, a la 3ª Escuadrilla del capitán Gefal, se le manda escoltar un convoy hasta la localidad de Ait-Buhus, en el que viajaba un pelotón un pelotón de legionarios del IV Tercio que debían incorporase a su unidad en pleno frente. El enlace de este pelotón con el grueso del Tercio era importante porque aportaban enlace de radio, medicinas y camillas para trasladar a varios heridos.
Durante los dos meses siguientes, las tres escuadrillas realizaron numerosas misiones de escolta y relevo de línea de unidades del Ejército de Tierra, incluyendo la toma de posiciones en la famosa “cota 646”, que dominaba los llanos del Tagragra.
Bautismo de Fuego
Dos meses después de su llegada a Ifni, el 1er Escuadrón recibe una nueva misión que supondría su verdadero bautismo de fuego como unidad paracaidista: el salto de combate sobre la localidad de Smara en el Sáhara español. Concretamente se ordena a la 2ª Escuadrilla embarcar en aviones DC-3 hacia el puesto francés de Fort-Trinquet. Sería una operación combinada con paracaidistas franceses, para lo que los españoles tuvieron que adiestrarse sobre la marcha en el uso de paracaídas franceses y en los saltos desde aviones Nord-Atlas. El 10 de febrero, la 2ª Escuadrilla realizó su primer salto de combate real a 200 metros sobre Smara, entonces ocupada por bandas armadas enemigas. La operación se realizó en combinación con fuerzas del Ejército de Tierra francés. Durante el salto, se lesiona el capitán de la escuadrilla, Celso Díaz Pérez y el mando de la escuadrilla pasa al teniente Elido Muñoz Martín. Durante esa misma jornada, cae el fuerte de Smara donde es izada la bandera española.
Pero la hazaña no acaba aquí. El jefe de las fuerzas galas, que incluyen soldados senegaleses, alerta de que se espera un nutrido ataque rebelde.
Durante las jornadas siguientes se sostiene una defensa del fuerte y del faro de Smara en la que participaron más de 300 combatientes enemigos. Los españoles de la 2ª Escuadrilla aguantaron el envite junto con los franceses, hasta que finalmente el día 16 de febrero, llego una columna de la XIII Bandera de la Legión. Dos días más tarde se ordena a la 2ª Escuadrilla dirigirse a El Aiún, en la retaguardia.
Evolución del Escuadrón
El 1er Escuadrón mantuvo su denominación hasta el 9 de septiembre de 1965 en la que se perdió su entidad y quedó reducida a una escuadrilla, denominada Escuadrilla de Zapadores Paracaidistas (EZAPAC), ubicada en Alcantarilla.
Finalmente, el 3 de mayo de 2002 la Escuadrilla de Zapadores Paracaidistas vuelve a recuperar la primigenia entidad al constituirse el Escuadrón de Zapadores Paracaidistas, según la Instrucción número 81-2002 de 11 de abril del Jefe de Estado Mayor del Aire, que permanece vigente actualmente.
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