Redacción.

Tras seis años y medio cumpliendo condena por tratar de reconstruir la ilegalizada Batasuna, según los jueces bajo las órdenes de ETA a través del proyecto Bateragune, Arnaldo Otegi sale de prisión.

El exdirigente abertzale salía de la prisión de Logroño a las 8.55 horas de la mañana, y le esperaban una gran cantidad de personas a la salida con ikurriñas y gritos de “independencia” y “presos vascos a la calle”, entre ellos, su mujer, su hijo y su padre, a quienes saludó primero.

La Audiencia Nacional le condenó a diez años de prisión por intentar reconstruir la ilegalizada Batasuna bajo las órdenes de ETA a través del proyecto Bateragune, pero posteriormente, el Tribunal Supremo le rebajó la pena a seis años y medio ya que afirmó que Arnaldo Otegi no actuaba como dirigente de la banda, sino como mero integrante. No obstante, el Tribunal Superior le mantuvo la inhabilitación especial para el ejercicio del derecho de sufragio pasivo e inhabilitación especial para empleo o cargo público acordada por la Audiencia Nacional.

Eloy Velasco, juez de la Audiencia Nacional, ha ordenado a la Policía Autónoma y a la Delegación de Gobierno en el País Vasco que vigilen sus pasos para evitar la comisión de delitos de enaltecimiento del terrorismo.

Mientras Otegi cumplía condena fue nombrado secretario general de Sortu, y hay quienes hablaban de la posibilidad de que Arnaldo fuera candidato a lehendakari por EH Bildu, algo que no podría suceder debido a la inhabilitación especial al empleo o cargo público acordada por la Audiencia Nacional y el Tribunal Superior.

En las puertas de la prisión se encontraba un escenario organizado para que Arnaldo Otegi se dirigiera a las personas que le esperaban a la salida. Estando los medios de comunicación allí presente afirmó que “hoy sale un preso político”. «Hay quien dice que no existen presos políticos en el Estado español. Lo dicen con fruición y algunos con cierta animosidad, pero solo hay que comprobar todas esas cámaras para saber que, efectivamente, sí existen presos políticos en el Estado español. Por eso, decimos que, para los que somos marxistas, las pruebas son las que se contrastan con la realidad y la realidad es que aquí no habría todas estas cámaras si no supieran que hoy sale, como en otras muchas ocasiones un preso político de una cárcel española», manifestó Arnaldo.

El caso Bateragune
En la detención de Arnaldo Otegi en julio de 2014 en el caso Bateragune, se detuvo también a otras diez personas más. La operación fue dirigida por el juez Baltasar Garzón, y se llevó a cabo para evitar la reconstrucción de la Mesa Nacional de la formación abertzale. Entre los detenidos estaban: Rufino Etxeberria; el líder del sindicato LAB, Rafael Díez Usabiaga; Sonia Jacinto, Miren Zabaleta, hija del coordinador general de Aralar, Patxi Zabaleta, José Manuel Sierra Ugarte y Arkaitz Rodríguez Torres, quien fue responsable de Haika en Álava, Amaya Esnal vinculada a Askatasuna, José Luis Moreno Sagües y Ainara Oiz Elgorriaga.

Esa investigación y las posteriores detenciones se llevaron a cabo, según dijeron fuentes judiciales, porque la nueva dirección de Batasuna actuaba bajo las instrucciones de la banda terrorista ETA.