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BAM-IS: primer buque español certificado para rescatar submarinos siniestrados

Si todo marcha según lo previsto el nuevo buque de Intervención Subacuática (IS) de la Armada estará listo para el año 2024. El pasado mes de noviembre el Consejo de Ministros autorizaba una inversión de 183 millones de euros destinados a la construcción y equipamiento del primer buque español que estará certificado con las capacidades de salvamento y rescate de submarinos siniestrados.

Bajo el epígrafe de “intervenciones subacuáticas” se engloban múltiples y variados cometidos: desde salvaguardar los pecios que conforman el Patrimonio Arqueológico Subacuático Nacional; hasta recuperar de las profundidades los restos de aeronaves y los cuerpos de quienes han perdido la vida en accidentes en la mar; así como el apoyo a operaciones navales de lucha contra la piratería y el narcotráfico.

Buque de Salvamento «Neptuno»/Armada

El BAM-IS está llamado a reemplazar al veterano A-20 Neptuno, buque que acumula más de tres décadas de servicio. La construcción de la futura plataforma correrá a cargo del astillero público Navantia en Puerto Real (Cádiz). Con un desplazamiento máximo de 5.000 toneladas, una eslora de 84,6 metros y una manga de 18, se trata de un navío cuyas dimensiones superan con creces a las de su predecesor, de este modo su cubierta de popa de al menos 500 metros cuadrados permitirá emplazar diferentes contenedores y equipamientos transportables.

Su mayor tamaño permitirá a su vez configurar los diferentes espacios según el tipo de misión, en especial de cara a las operaciones de salvamento y rescate. Por esta razón los principales avances tecnológicos que incluirá el BAM-IS están orientados a contar con mayores capacidades para albergar instrumentos que ayuden a mejorar la eficacia y la seguridad de sus actuaciones a profundidades mucho mayores que las que el Neptuno ha permitido hasta ahora, ampliando el umbral de profundidad más allá de los 600 metros.

Estará equipado con dos pequeños vehículos submarinos operados de forma remota a través de conexión umbilical, denominados ROV (Remotely Operated Vehicle). Sus dimensiones y prestaciones serán diferentes: el de menor tamaño cumplirá tareas de observación hasta los 2.000 metros mediante cámaras de vídeo especialmente adaptadas al entorno y las condiciones subacuáticas; su “hermano mayor” podrá alcanzar los 3.000 metros de profundidad.

ROV (Remotely Operated Vehicle)

Ambos sistemas dispondrán de sendos brazos articulados con diferentes herramientas de corte. Estos aparatos operados de manera remota facilitarán las labores de rescate e incrementarán las posibilidades de supervivencia de las dotaciones de submarinos siniestrados. Por ejemplo, estos submarinos a control remoto podrían aproximarse a un submarino varado en el lecho marino y conectar mangueras de ventilación para inyectar aire fresco y extraer el viciado.

También contará con un AUV (Autonomous Underwater Vehicle) especialmente diseñado para el rastreo a una profundidad máxima de 3.000 metros. El software integrado permitirá realizar labores de búsqueda y localización de objetivos con alto grado de autonomía. Además el BAM-IS contará con un sonar remolcado de barrido lateral, capaz de transmitir imágenes en tiempo real, y también con un sistema fijado al casco del buque basado en dos ecosondas, una monohaz y otra multihaz.

Submarino NSRS de la OTAN/Defensa

Otra de sus prioridades será el rescate de las dotaciones de submarinos siniestrados y posados en el fondo marino. Para ello la nueva plataforma contará con la certificación de «buque madre», pudiendo alojar y utilizar dos batiscafos tripulados con capacidad para llevar a cabo operaciones de rescate de submarinos: el SRDRS de la Marina de Estados Unidos y el NSRS de la OTAN.

Tal y como han explicado fuentes de la Armada, estos sumergibles especiales están adaptados para acoplarse al submarino averiado, igualar las presiones de uno y otro y de forma progresiva extraer a la tripulación atrapada. Hasta ahora este tipo de operaciones quedaban fuera del alcance del Neptuno, pudiendo asumir únicamente acciones de apoyo debido al limitado tamaño de su cubierta.

Otra de las novedades con las que contará el nuevo buque será la incorporación de un sistema de posicionamiento dinámico de doble redundancia. Esta mejora implica que el BAM-IS será capaz de mantenerse estabilizado de forma totalmente automática en una posición preestablecida. El software informático del barco recopilará e integrará toda la información captada por los sensores de posición del barco y los combinará con las condiciones climáticas y de la mar para mantener la posición deseada de forma automática.

Especificaciones técnicas del BAM-IS/Defensa

Una de las mayores ventajas que ofrece esta nueva capacidad es la de llevar a cabo operaciones a flote cuando el lecho marino se encuentra a profundidades superiores a la intervención humana (90 metros) y en condiciones en las que fondear resulta imposible. La velocidad máxima sostenida del BAM-IS será de 15 nudos y dispondrá de comunicaciones vía satélite equipadas con sistemas criptográficos y tecnología de ciberseguridad.

Contará con una dotación básica de 48 tripulantes, ampliable a 80 y mantendrá la capacidad para ser una base flotante para intervenciones subacuáticas hasta 50 metros de buceadores con equipos autónomos convencionales o del tipo CRABE de recirculación de gas para trabajos hasta los 80 metros.

Como capacidades adicionales contará con: dos cámaras hiperbáricas para la descompresión y una campana húmeda de última generación. Esta última se hará las veces de de ascensor submarino para sumergir a uno o dos buzos hasta profundidades de trabajo de hasta 90 metros y devolverlos a la superficie.

La cubierta de proa ha sido diseñada para permitir el aterrizaje y despegue de helicópteros. Además contará con una grúa capaz de desplazar cargas de hasta 50 toneladas, frente a las 5 que manejaba su predecesor. Las dimensiones de su cubierta permitirán además el alojamiento de hasta tres embarcaciones de apoyo.

Con una autonomía de unos 25 días sin reaprovisionamiento, el BAM-IS tendrá como base el Arsenal de Cartagena (Murcia), junto a la Flotilla de Submarinos. Según fuentes de Defensa, el BAM-IS es el fruto de una necesidad operativa expuesta desde hace años por la Armada.


Analista especializado en el entorno de la información y Defensa.

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