Redacción/ Sevilla.
El pasado fin de semana se celebró en la ciudad de Cádiz la XXII Cumbre Iberoamericana de jefes de Estado y de Gobierno, bajo el lema «Una relación renovada en el bicentenario de la Constitución de Cádiz«. Con la presencia de casi una veintena de jefes de Estado, y la escasas ausencias jutificadas, ha supuesto todo un éxito de convocatoria. Durante las horas previas al comienzo de la cumbre, los jefes de Estado convocados mantuvieron una serie de encuentros bilaterales para tratar asuntos al margen de los que posteriormente serían vistos en la misma.
El Rey Juan Carlos fue el responsable de inaugurar la XXII Cumbre en el teatro Falla de Cádiz. En el acto inaugural le acompañaron el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el secretario general iberoamericano, Enrique Iglesias, que también pronunciaron un discurso de apertura de la reunión. El monarca comenzó su discurso aludiendo a la importancia que tuvo en la elaboración de la Constitución de Cádiz la aportación hecha por diputados provenientes del continente americano. El rey pronunció la segunda parte de su discurso en portugués en honor a los jefes de Estado y de Gobierno de Brasil y Portugal.
Durante la primera sesión plenaria de la cumbre, los dirigentes latinoamericanos expusieron, ante el resto de mandatarios cuáles son las principales inquietudes y problemas que tienen sus correspondientes países, así como los pactos y compromisos de colaboración que les gustaría adquirir con el resto de países inberoamericanos.
Como no podía ser de otra forma, la crisis ha sido uno de los principales ejes de debate de la cumbre, así como la necesidad de políticas de crecimiento y generación de empleo realmente efectivas, la promoción de las pequeñas y medianas empresa o el desarrollo de las infraestructuras.
En la rueda de prensa de clausura de la cumbre, el presidente Rajoy ha afirmado que en los últimos tiempos “América Latina se ha convertido en una de las regiones con mayor potencial de crecimiento” mientras que Europa “debe aunar esfuerzos para reactivar el motor común del crecimiento”. El mundo ha cambiado “y nosotros también, y es necesario adaptarse a esta nueva realidad”. Esta nueva realidad mundial y cómo la viven los ciudadanos ha sido los planteamientos tenidos en cuenta en todo lo que se ha trabajado en el reunión. El presidente del Gobierno ha explicado que estos principios se han plasmado en la Declaración de Cádiz, “cuyo texto gira en torno a seis ejes con una clara vocación económica”.
La seguridad de la Cumbre
El Ministerio del Interior de España desplegó un total de 2.863 efectivos del Cuerpo Nacional de Policía y de la Guardia Civil para velar por la seguridad de la XXII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno: 1.674 provenientes del Cuerpo Nacional de Policía y 1.189 de la Guardia Civil. Escoltas y policías españoles, trabajaron conjuntamente con los equipos de protección venidos de los diferentes países convocados.
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