Verónica Sánchez Moreno

Bajo el título “Migraciones en el siglo XXI: riesgos y oportunidades”, en el XXIV Curso Internacional de Defensa se han dado cita expertos, tanto civiles como militares, con el objetivo de tratar este tema desde un enfoque multidisciplinar.

Como cada otoño la ciudad oscense de Jaca ha acogido el Curso Internacional de Defensa, que este año, en su vigésimo cuarta edición, ha tratado un fenómeno tan antiguo como el ser humano, pero que hoy en día se encuentra más de actualidad que nunca: la migración.

Unos 130 alumnos, procedentes del ámbito académico, profesional y militar han asistido durante cinco días a este curso, que comenzó el lunes 26 de septiembre, y cuya inauguración corrió a cargo de José Domingo Dueñas Lorente, vicerrector del campus de Huesca de la Universidad de Zaragoza; José Luis Abad Martínez, delegado territorial del Gobierno de Aragón en Huesca; María Teresa Lacruz, delegada del Gobierno; el coronel José María Rivera, subdelegado de Defensa en esta provincia; el general Jerónimo de Gregorio y Monmeneu, director de la Escuela Superior de las Fuerzas Armadas (ESFAS); el general Luis Lanchares, director de la Academia General Militar y el alcalde de Jaca, Juan Manuel Ramón Ipas, que subrayó la “normal convivencia” de lo civil y lo militar en esta ciudad, que es una “prolongación de la Academia General Militar para lo que quieran”. Por su parte, el director de la AGM, cuya Cátedra Miguel de Cervantes organiza el Curso Internacional de Defensa, subrayó el objetivo del mismo de que, a través de la discusión y la crítica constructiva, se comprenda y conozca mejor el problema de la migración.

Un fenómeno creciente
El general de división de Gregorio y Monmeneu fue el encargado de impartir la conferencia inaugural, realizando un repaso conceptual al fenómeno migratorio que “ha conformado pueblos, etnias y culturas”. El director de la ESFAS subrayó el derecho de todas las personas a emigrar en busca de un futuro mejor y la gran vulnerabilidad de los migrantes forzosos “no suficientemente protegidos por la comunidad internacional”. Una de cada 113 personas en el mundo es solicitante de asilo, desplazada o refugiada y, como señaló el general, el flujo de refugiados seguirá siendo constante.

Seguidamente, Rafael Puyol Antolín, presidente del IE University, dibujó el panorama de los grandes flujos migratorios, explicando que, en el momento actual, a las migraciones por motivos económicos se han añadido refugiados (dos millones debido a la guerra en Siria, que en su mayoría están en Turquía y Líbano), asilados, movimientos de reagrupación familiar, la migración de talento, etc… Asimismo, señaló la aparición de un fenómeno, el transnacionalismo, originado por las nuevas tecnologías que han propiciado la creación de espacios y comunidades transnacionales que unen a las sociedades de origen y de destino.

El último conferenciante del lunes fue el general consejero togado José Luis Rodríguez-Villasante, vocal asesor del Gabinete Técnico de la Subsecretaría de Defensa, que subrayó que hoy en día hay 65 millones de personas desplazadas debido a los conflictos. “El desafío de la inmigración es atemporal, pero ahora ha llegado a cifras no pensadas”, explicó el general Rodríguez-Villasante, que afirmó que si se cumpliese el Derecho Internacional Humanitario no habría tantas personas víctimas de la guerra, aunque puso el foco en la poca protección que en este Derecho tienen los desplazados internos. Y concluyó que “no faltan normas, sino la voluntad de cumplirlas”.

Al día siguiente, Silvia Marcu, investigadora del Centro Superior de Investigaciones Científicas, puso de relieve la necesidad de convertir la migración en motor del desarrollo, flexibilizando fronteras y fomentando la integración. Seguidamente, la profesora de la Universidad Complutense de Madrid, Ruth Ferrero, subrayó que la globalización de la información ha provocado el crecimiento de los movimientos migratorios, así como el hecho de que el cierre de fronteras por parte de los Estados para que no entren los inmigrantes, ha generado la aparición y el ascenso de las mafias de traficantes de personas. “No hay voluntad política de controlar la inmigración”, afirmó Ferrero, que citó como factores que han provocado la actual crisis migratoria la guerra en Siria, la primavera árabe, la ausencia de respuesta regional y europea, la expansión del Daesh en Oriente Medio y el cambio climático y las hambrunas y subrayó la necesidad de poner en marcha “políticas de inmigración regulares que desincentiven la inmigración irregular y la construcción de una estrategia común de resolución de conflictos y de gestión de situaciones post-conflicto”.

El papel de los medios de comunicación también tuvo su espacio en el curso, de la mano de la periodista Rosa María Calaf, que destacó la mala utilización de términos como “refugiado”, “migrante” o “solicitante de asilo”, por parte de los medios de comunicación, a veces de forma voluntaria y en otras ocasiones involuntaria, debido a la falta de formación y de tiempo de los profesionales de la información. Asimismo, Calaf hizo hincapié en la búsqueda constante del entretenimiento en los medios, en lugar de perseguir los objetivos de formar e informar a la opinión pública, haciendo creer al ciudadano que está informado cuando en realidad está entretenido. Así como en la utilización del discurso del miedo, haciendo ver que los refugiados son una avalancha “cuando en realidad es un 0,7% de la población europea”.

Cómo enfrentar la inmigración
La diversidad de los modelos migratorios de los países occidentales fue el tema tratado durante el miércoles 28 de septiembre, que comenzó con la intervención de Juan Iglesias, director de la Cátedra de Refugiados y Migrantes Forzosos de la Universidad de Comillas. Según Iglesias, en Europa existen diferentes políticas de integración social de los inmigrantes: el modelo de asimilación francés, el multicultural del Reino Unido y el del trabajador invitado germano, todas ellas hoy a debate. En España “la población extranjera forma parte consustancial de la sociedad”, afirmó el profesor, “con una convivencia y coexistencia pacífica”.

Posteriormente, Sebastián Mora, secretario general de Cáritas Española, se encargó de mostrar la perspectiva de las organizaciones no gubernamentales. “Si Europa tuviese que soportar la misma carga que Jordania, tendríamos 150 millones de refugiados en el continente”, señaló Mora, que destacó que la mayoría de las migraciones en el mundo se producen entre países del sur. En palabras del secretario general de Cáritas, “las organizaciones sociales no pueden callar ante determinadas realidades” y existe la necesidad de volver a crear espacios de diálogo en nuestras sociedades.

Para finalizar el día, el coronel y experto en geoestrategia Pedro Baños, trató la actualidad de las migraciones en Europa. El éxodo masivo de refugiados hacia Europa comenzó en 2015, tras cuatro años en los que estas personas estuvieron viviendo sin sanidad, educación ni servicios sociales. “Se quedan sin dinero y no tienen a donde regresar. Su última esperanza es encontrar una vida mejor en Europa”, explicó el coronel Baños, puntualizando que en este éxodo masivo hay quién ve la “mano negra” de Turquía, harta de soportar el gasto económico derivado de ser país de transición que acoge a más de tres millones de refugiados, con el objetivo de conseguir fondos y ventajas de la Unión Europea, para evitar críticas de la misma por su deriva autoritaria y como venganza por no permitirle formar parte de la Unión. Asimismo, Baños advirtió del incumplimiento actual de la Convención de los Refugiados de la ONU de 1951, así como de las consecuencias de la política migratoria de la UE que ha “tocado y casi hundido” al tratado de Schengen, y debilitado profundamente a la Unión que “se está autodestruyendo” y sufriendo el auge de los partidos xenófobos. Para este experto, hay que buscar una solución integral a este problema, aplicar la legislación internacional, e incorporar a los inmigrantes en sociedad. “Si hay un país europeo tolerante, que acepte la diversidad, es España”, afirmó, “hay que aprender de lo que han hecho otras naciones a la hora de tratar a segundas y terceras generaciones de inmigrantes”.

La dimensión de seguridad en el fenómeno de la migración se trató el cuarto día del Curso Internacional de Defensa, con una primera intervención sobre el control de las fronteras realizada por el general jefe del Estado Mayor de la Jefatura del Mando de Operaciones de la Dirección General de la Guardia Civil, Francisco Díaz Alcantud. A este respecto, cuatro son los ámbitos de actuación del instituto armado: la frontera terrestre (Ceuta y Melilla), el litoral, los puertos y los aeropuertos. Respecto al primero, el general Díaz Alcantud señaló que en 2015 se produjeron 7.496 intentos de acceso al vallado de Ceuta y Melilla y el 90% de estas personas no lo consiguieron. En referencia a las “devoluciones en caliente”, afirmó que el vallado es un conjunto de tres vallas y que “el rechazo se produce en el medio”. La mayor problemática se produce en las costas españolas, por lo que se ha reforzado la cooperación con Marruecos, Mauritania y Senegal, tanto con medios materiales como humanos españoles en estos países. Pero, aunque no se habla mucho de ella, “la vía aérea constituye una entrada de inmigración y estancia ilegal en la Unión Europea muy importante”. “El año pasado llegaron a Europa 1.800.000 inmigrantes de forma irregular, es un reto de control e integración y hay que acometer las razones estructurales porque la presión migratoria va a estar siempre ahí”, afirmó el general Díaz Alcantud.

Nuevos acuerdos europeos con Túnez y Egipto
Seguidamente, el subdirector general de Relaciones Internacionales, Inmigración y Extranjería del Ministerio del Interior, Manuel Alhama, afirmó que “Europa no tiene una política migratoria, se está elaborando ahora”, tanto es así, que “el retorno, que hasta hace dos años no se tocaba, ahora es el tema estrella de la agenda europea”. Para Alhama, el principal error es pensar que todos los inmigrantes son refugiados, ya que “sólo el 20% tienen consideración de asilado”. Asimismo, afirma el representante del Ministerio del Interior que el acuerdo con Turquía ha frenado la llegada de inmigrantes y que Alemania, como representante de la Unión Europea, está negociando otros acuerdos similares con Túnez y Egipto para “aislar las salidas desde el Líbano”. Finalmente, José Mª Álvarez de Eulate, presidente de la Fundación de Estudios Estratégicos e Internacionales, expuso como motivos que influyen en la emigración los económicos, la alta presión demográfica, los conflictos armados, el terrorismo, los desastres naturales y el cambio climático y puso de manifiesto la necesidad de controlar la ayuda económica que se da a los países.

El último día se dedicó a la experiencia española en migración y la primera conferenciante fue Francesca Friz-Prguda, la representante oficial en España del ACNUR. “El mundo vive momentos de desplazamientos forzosos y migraciones sin precedentes”, señaló Friz-Prguda, que han “colocado a la humanidad en la encrucijada”. En 2015, ACNUR creó 12 campos de refugiados y amplió siete. Y es que, nueve de cada diez refugiados son acogidos en países de su entorno, de hecho, el 25% de la población de Líbano es refugiada. Según Francesca, “mantener esta situación es injusto, insostenible y potencialmente explosivo”, por ello, es primordial modificar los criterios de reagrupación familiar y desarrollar becas académicas para estudiantes refugiados”.

Posteriormente, el general de división Francisco Rosaleny Pardo de Santayana, segundo comandante y Jefe de Estado Mayor del Mando de Operaciones del EMAD, trató la relación en la inmigración de las misiones de las Fuerzas Armadas españolas. “Cuando hablamos de inmigración ilegal sabemos que de esos seres humanos que huyen de la guerra se aprovechan mafias y que pueden infiltrarse entre la masa individuos que pretenden desarrollar actividades violentas”, afirmó. Para evitarlo, las Fuerzas Armadas españolas participan en diversas misiones internacionales, entre ellas la Operación Sophia, “para atacar a los traficantes de personas” y en la que próximamente se realizará instrucción para la guardia costera libia.

Para terminar, el Justicia de Aragón, Fernando García Vicente, trató el tema de la integración, defendiendo el derecho de igualdad entre extranjeros y nacionales, así como el de reagrupación familiar, ya que “cada vez es mayor el arraigo de la población emigrante dentro de nuestro país”.

La clausura del XXIV Curso Internacional de Defensa la realizó el general Amador Enseñat y Berea, director de Enseñanza, Instrucción, Adiestramiento y Evaluación del Mando de Adiestramiento y Doctrina (MADOC) del Ejército de Tierra, en una mesa presidencial en la que le acompañaban la directora de la Cátedra Paz, Seguridad y Defensa, Claudia Pérez, el Justicia de Aragón, el general director de la AGM, el alcalde de Jaca, el director de Relaciones Institucionales del Gobierno de Aragón, Enrique Giménez, y el director del Curso Internacional de Defensa, el coronel Miguel Ángel Santamaría. El general Enseñat puso de relieve que durante el curso “se ha abordado de forma multidisciplinar el fenómeno poliédrico de las migraciones”.

Y es que, si bien es cierto que los flujos migratorios nunca van a parar, es necesario que se traten tanto sus causas como sus consecuencias y que la comunidad internacional coopere a la hora de dar solución a unos problemas que afectan a millones de personas que actualmente están en tierra de nadie.