Redacción.

Según el informe publicado este lunes por el Instituto de Investigación para la Paz Internacional de Estocolmo (SIPRI), China ha pasado a ser el tercer país en el ranking mundial de exportación de armamentos, con un 5% del total de exportaciones a nivel global.

Aunque aún se encuentra muy alejada de los dos países que ocupan la primera y segunda posición, Estados Unidos y Rusia respectivamente (con un 58% del total), el crecimiento experimentado en los últimos cinco años suponen un aumento del 143% con respecto a los cinco anteriores, lo que la ha hecho pasar de la novena a la tercera posición. China venda armas a 38 países, de los cuales 18 son países africanos.

Asimismo, es el segundo país del mundo por presupuesto militar y está inmersa en un proceso de modernización y profesionalización de sus Fuerzas Armadas

Estados Unidos continúa a la cabeza de este ránking, siendo el primer exportador mundial de armas convencionales, con un 31% del total, tras aumentar sus exportaciones un 23% en los últimos cinco años. También es el país que le vende a un mayor número de países: 94 en total, entre los cuales Corea del Sur es su mayor comprador (9%).

India, el principal comprador
Por su parte, Rusia también vio crecer sus exportaciones un 37% en los últimos cinco años, haciéndose con el 27% de exportaciones a nivel mundial. El mejor de sus 56 clientes, la India, también es el mayor importador de armas a nivel mundial. Sus compras representaron en los últimos años el 15% del total, según se indica en el informe porque «India hasta el momento ha fracasado a la hora de producir armas competitivas de diseño propio y sigue dependiendo de las importaciones».

El cuarto y quinto puesto lo ocupan, respectivamente, Alemania y Francia, con un 5% de las exportaciones cada uno de ellos, de manera que desplazan del listado a Reino Unido, que sale de los cinco primeros puestos de los grandes exportadores.

En general, as comprar de armas en el mundo han crecido un 16% entre 2010-2014 respecto al quinquenio anterior, con un aumento de las compras en Asia y Oriente Medio y un importante descenso en Europa.