Redacción/ Sevilla.

Ignacio Cosidó, Director General de la Policía, ha condecorado con la Cruz al Mérito Policial con distintivo blanco al agente de la Policía Municipal de Madrid, Santiago Lozano Beitia, en un acto al que también han asistido la alcaldesa de Madrid, Ana Botella. El agente condecorado recibió un disparo en un hombro en un tiroteo en el que falleció su compañera, Carmen Muñoz García.

La Dirección General de la Policía ha otorgado este justo reconocimiento a Santiago Lozano Beitia, herido en acto de servicio. La Policía Nacional reconoce de este modo la dedicación, lealtad e integridad en su prestación del servicio policial.

El agente y su compañera interceptaron el pasado mes de agosto, en el madrileño distrito de Usera, una furgoneta en la que huían dos individuos que acababan de atracar en una sucursal de Correos cercana. Cuando los policías se bajaron del vehículo policial los atracadores les dispararon indiscriminadamente, causándole la muerte a Carmen Muñoz García e hiriendo al condecorado.

Interceptados cuando huían
El día 8 de Agosto de este mismo año, dos asaltantes entraron en una sucursal de Correos de la calle Eduardo Barreiros en Madrid. Llevaban revólveres y armas blancas. El coche patrulla se cruzó en la vía e intentó detener a los ladrones. Estos se bajaron y abrieron fuego contra los agentes. Primero contra Carmen Muñoz y después contra su compañero Santiago Lozano. Después les quitaron sus armas. Como resultado de estos disparos, Carmen murió y Santiago recibio un disparo en el hombre del que tuvo que ser intervenido.

Este vehículo figuraba a nombre de David Manuel Fernández, nacido en Francia con numerosos antecedentes policiales, especialmente por delitos contra la propiedad.

El asesino de Carmen fue detenido el día 12 de Agosto en las cercanías de us domicilio por dos agentes de la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana.

40 años de servicio al ciudadano
Carmen Muñoz ingresó en la Policía Municipal de Madrid en 1973, dentro de la segunda promoción de mujeres del cuerpo. Fue destinada a la ya extinguida Unidad de Abastos y Mercados, que luchaba contra la venta ambulante ilegal.

Posteriormente trabajó en la Unidad de Tráfico, y más tarde ingresó en el distrito de Usera, en 2004, donde se mantuvo hasta el final. Murió con 62 años, una edad en la que algunos piensan que nod ebería haber estado patrullando en la calle.