Redacción/Sevilla.
Agentes de la Policía Nacional han desarticulado dos organizaciones internacionales dedicadas a la clonación de tarjetas de crédito que operaban en Madrid, Valencia, Cataluña y Zaragoza. Asimismo, se han desmantelado tres laboratorios en los que elaboraban los medios de pago fraudulentos y un taller donde fabricaban accesorios para el skimming.
Durante la operación, la Policía Nacional ha detenido a 10 personas, realizado registros en 5 domicilios intervenido material para elaborar las clonaciones, 2.000 tarjetas falsas y gran cantidad de numeraciones, entre otros efectos.
Uno de los grupos desarticulados estaba liderado por un hombre, de nacionalidad ecuatoriana, apodado «El Español», bajo cuyas directrices actuaban el resto de miembros. Tenía contactos con organizaciones de Rumanía y Francia que les remitían a través de Internet o SMS numeraciones copiadas de tarjetas emitidas en el extranjero. Estos datos eran obtenidos con técnicas de skimming –mediante la manipulación de cajeros o de datáfonos TPVs (dispositivos de pago en los comercios).
Con esta información elaboraban las copias en dos laboratorios dotados de ordenadores con software de falsificación, lectores grabadores e impresoras y plastificadoras de tarjetas. Además, este grupo disponía de un taller de fabricación de elementos para el skimming, con los que manipulaban cajeros automáticos para copiar los datos de las tarjetas de forma fraudulenta. Para utilizar las tarjetas falsificadas buscaban la colaboración de propietarios o responsables de establecimientos comerciales que se prestasen a pasar las tarjetas ilícitas a cambio de una comisión.
El segundo grupo desarticulado utilizaba un «modus operandi» similar al anterior, aunque en este caso la información de las numeraciones procedía de México. El grupo actuaba en Cataluña y Madrid, ciudad esta última donde se encontraba su principal responsable, un ciudadano nacido en Camerún que se servía de varios colaboradores que, situados en un escalón inferior de la red, seleccionaban los artículos que después iban a comprar, principalmente ropa de conocidas marcas internacionales.
Una vez elegidas, era el cabecilla de la banda quien acudía a las tiendas para pagar fraudulentamente los productos con las tarjetas duplicadas. La persona que adquiría la mercancía comprada de forma ilícita fue también arrestada. El destino de dicha ropa estaba en África (Guinea Ecuatorial y Camerún) donde estas personas estaban instalando tiendas de ropa y complementos para su venta en estas fechas de Navidad.
Pocos delincuentes dedicados a la falsificación
Las tarjetas de crédito se han convertido en un medio de pago cada vez más utilizado en nuestro país. Siete de cada diez españoles son hoy en día titulares de tarjetas de crédito y, a pesar de que esto podría suponer un paraíso para los delincuentes que se dedican a la falsificación, es donde menos número de infracciones en relación a este tema se cometen. En los últimos seis años han sido detenidas unas 500 personas dedicadas a este tipo de delitos.
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