Redacción.

Las negociaciones iniciadas el pasado fin de semana entre el régimen sirio y las fuerzas rebeldes opositoras al mismo para poner fin a cinco años de guerra civil, se han visto interrumpidas temporalmente ante el avance del Ejército sirio al norte del país, tal y como ha anunciado este miércoles el responsable de las conversaciones de Naciones Unidas, Steffan De Mistura.

Según anunciaba en la tarde de ayer De Mistura, se trata en principio de una suspensión temporal, ya que se espera que el diálogo pueda reiniciarse el próximo 25 de Febrero. Ocurre tan solo dos días después de que el diplomático diera oficialmente por iniciadas las conversaciones de paz tras mantener una primera reunión formal con los delegados de las fuerzas rebeldes.

Esta suspensión en las negociaciones no es ninguna sorpresa, ya que los rebeldes advirtieron que interrumpirían el proceso de paz si el régimen no mostraba “gestos humanitarios” con aquellas poblaciones que están muriendo de hambre, los presos retenidos en las cárceles y las víctimas de los continuos bombardeos contra civiles.

Gobierno de unidad nacional y elecciones libres
La decisión ha sido tomada ante los avances de las tropas del régimen que han cortado las líneas de suministro y se han hecho con la principal carretera que enlaza la frontera con Turquía. Asimismo, El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, ha informado del incremento de los bombardeos que la aviación rusa mantiene sobre la zona.

Si el régimen de Al Asad continúa con la misma actitud belicista, difícil será alcanzar los objetivos que se habían marcado ara estas negociaciones, que se esperaba tuvieran una duración de seis meses. En este tiempo se pretende alcanzar un alto al fuego como primer paso para iniciar la búsqueda de una solución política, que consistiría en un Gobierno de unidad nacional y la celebración de elecciones libres el próximo año.

Por su parte, el régimen sirio ha expresado que no reconoce legitimidad a los representes del Alto Comité para las Negociaciones, llegando a calificar de “terroristas” a algunos de sus miembros.

Tal y como ha expresado el mediador de la ONU, todo esto hace que “el nivel de confianza entre las partes sea próximo a cero”, lo que dificulta tremendamente el proceso de paz y el encontrar una solución política a un conflicto civil que se ha cobrado más de 250.000 vidas en sus cinco años.