Redacción.
El individuo que fue detenido ayer por la Policía Nacional mandaba cartas a las instituciones más importantes de Madrid. Las mismas contenían en su interior gasas manchadas supuestamente con sangre para provocar el pánico.
Los agentes de la Policía Nacional han detenido al hombre de 41 años como presunto autor de siete delitos de desórdenes públicos y un delito de amenazas.
El arrestado, según la policía, aprovechó la aparición de un caso real del virus del ébola en España para provocar una gran alarma social enviando un total de diez cartas a diferentes puntos de Madrid, y, hasta en dos ocasiones, él mismo actuaba como repartidor y entregaba los paquetes.
El presidente del Tribunal Supremo, el periódico ABC, la Bolsa de Madrid, la sede nacional del Partido Popular, numerosos juzgados mercantiles y una sinagoga fueron objetivos del delincuente.
El propósito del arrestado, como informa fuentes policialeS era, únicamente, provocar el pánico en la población y movilizar con ello a todos los servicios públicos afectando al normal funcionamiento de las empresas e instituciones afectadas. La gravedad del suceso obligaba a la activación del protocolo NRBQ (Plan de Defensa Nuclear, Radiológico, Biológico y Químico), implicando la activación de un gran número de efectivos, entre ellos, Policía Nacional.
Para sembrar el pánico y dar credibilidad a su farsa, el detenido introducía en los sobres gasas con sangre, supuestamente, provocando en algunos de los receptores crisis de ansiedad y tener que ser atendidos por la asistencia médica, informa el comunicado policial.
La investigación ha sido llevada a cabo por agentes de la Brigada Provincial de Información, perteneciente a la Jefatura Superior de Policía de Madrid.
El juez que lleva el caso ha decidido el ingreso del individuo en un centro psiquiátrico por haber enviado esas cartas a distintas instituciones provocando el pánico y la activación del protocolo NRBQ.
El arrestado ya tenía antecedentes de desordenes públicos, delitos de coacción y amenazas.
No hay ningún comentario