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El ébola y la falta de personal, temas centrales del I Congreso de Sanidad Militar

Verónica Sánchez Moreno

Médicos, farmacéuticos, veterinarios, odontólogos, psicólogos y enfermeros militares se han dado cita del 22 al 25 de octubre en el I Congreso de Sanidad Militar, celebrado en el Parque de las Ciencias de Granada, dentro de los actos realizados en la exposición “Sanidad Mlitar: 500 años en evolución”, que recoge y conmemora los cinco siglos de este cuerpo militar en las Fuerzas Armadas Españolas. La asistencia sanitaria en operaciones, la actual crisis del ébola y la carencia de profesionales sanitarios castrenses en nuestro país han sido algunos de los temas más relevantes que se han debatido en este encuentro

“Un verdadero éxito de participación”, así definía el coronel farmacéutico Pedro Encinas, presidente del comité organizador del Congreso, la asistencia al mismo, con más de 500 participantes, entre sanitarios militares españoles, civiles (de la Administración y la Universidad, principalmente) y militares de otros países.

El ébola, los ejércitos y la Armada
La Armada fue la encargada de abrir el I Congreso de Sanidad Militar, con un seminario desarrollado la tarde del miércoles 22 de octubre y en el que participaron el Director de Sanidad (DISAN) de la Armada, general de brigada médico José María Molina Valverde; el teniente coronel médico Juan Manuel Sieiro Enríquez; el teniente coronel médico Agustín Olea González y el comandante psicólogo Antonio Andrés Gordillo Rozas y en el que se trataron las perspectivas de futuro de la Sanidad en la Armada, el planeamiento y apoyo logístico sanitario de operaciones navales, la Sanidad en ambiente hiperbárico y las actividades de la Psicología en la Armada.

Videoconferencia con el Gómez UllaEl general Molina puso de relieve el envejecimiento de la plantilla de médicos que, junto con los problemas para cubrir plazas, genera una dificultad para hacer frente a las necesidades sanitarias de apoyo operativo. Por su parte, el teniente coronel Sieiro señaló los retos a los que se enfrenta el apoyo médico en la Operación Atalanta, en la que se asiste, acorde al Derecho internacional marítimo y humanitario, tanto a las tropas de EU NAVFOR (European Union Naval Force), como a los piratas, a los rehenes liberados y a los pescadores de la zona. También recalcó el teniente coronel Olea la falta de médicos para la cobertura de los centros de especialidad hiperbárica, cuyo principal objetivo es atender al personal buceador y tratar las patologías derivadas de su desempeño profesional. Asimismo, habló de las posibilidades de tratamiento con oxigenoterapia (barata y con muy buenos resultados, según Olea) tanto para personal civil como militar. Y, por último, el comandante Gordillo destacó las numerosas actividades llevadas a cabo por el servicio de Psicología de la Armada y señaló la importancia de los aspectos psicológicos en operaciones militares navales.

Al día siguiente, la inauguración oficial del Congreso corrió a cargo de la subsecretaria de Defensa, Irene Domínguez-Alcahud; el alcalde de Granada, José Torres; Sandra García, delegada del Gobierno en esta ciudad; el director general de Ordenación Profesional del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, José Javier Castrodeza y el General Jefe de Apoyo Veterinario, Ángel Antonio Aguilera (estos dos últimos ocuparon, respectivamente, el puesto de la Secretaria General de Sanidad y el Inspector General de Sanidad (IGESAN), que no pudieron acudir debido a que forman parte del Comité Especial de seguimiento del ébola). “Situaciones difíciles como las que acabamos de vivir demuestran la importancia de la Sanidad Militar”, afirmó la subsecretaria de Defensa, que manifestó su agradecimiento a todos los miembros de este cuerpo “por haber demostrado disponibilidad, ejemplaridad y eficacia”, a la vez que señalaba la necesidad de implantar un nuevo modelo de Sanidad Militar.

Por su parte, Castrodeza, encargado de realizar la conferencia magistral inaugural del Congreso, dedicó ésta a la reciente crisis del ébola. “Es importante establecer acciones preventivas y mostrar a los ciudadanos que nuestro sistema de salud está preparado para enfrentarse a esta enfermedad”, señaló el director de Ordenación Profesional del ministerio de Sanidad, que recalcó la importancia de la colaboración para combatir al virus y el buen hacer de las Fuerzas Armadas en el traslado a España de los misioneros infectados.

Seguidamente, tuvo lugar el seminario del Ejército del Aire, con la participación del general de brigada médico, César Alonso Rodríguez, Director de Sanidad (DISAN) del Ejército del Aire; el coronel médico Francisco Ríos Tejada; el capitán enfermero José Luis Manzanares; el brigadier general de la Fuerza Aérea alemana, Enrich Roedig; el teniente coronel médico Agustín Conde y el coronel médico José Ignacio Peralba.

El DISAN de Aire analizó el programa de medicina de vuelo, haciendo especial mención a la utilidad de los simuladores de entrenamiento y al desafío a la fisiología humana que suponen las operaciones aéreas. Por su parte, el coronel Ríos, director del Centro de Instrucción de Medicina Aeroespacial (CIMA), explicó a los asistentes la formación recibida por los médicos y enfermeros de vuelo en este Centro. La parte operativa correspondió al capitán Manzanares que explicó el plan de instrucción sanitaria en escuadrones SAR (Servicio Aéreo de Rescate) y las especiales patologías que se tratan en los combates asimétricos en zona de operaciones, con múltiples politraumatismos y quemados. Manzanares concluyó su exposición con un especial recuerdo a los cuatro militares que perdieron la vida el pasado mes de marzo en Gando cuando el helicóptero en el que estaban realizando este tipo de entrenamiento cayó al mar. Por otro lado, el general alemán Roedig recalcó la importancia de que los pilotos estén médica y psicológicamente preparados y el cuidado que pone su país en realizar exhaustivas evaluaciones antes de volar. Volviendo a territorio nacional, el teniente coronel Conde, jefe de la Unidad Médica Aérea de Apoyo al Despliegue (UMAAD) de Madrid señaló que cada operación requiere de un tipo de preparación, dependiendo de las circunstancias (clima, duración del vuelo) a las que se tengan que enfrentar los tripulantes de las aeronaves.

Por último, el coronel Peralba, jefe de la Unidad Médica de Aeroevacuaciones El coronel Peralba entrevistado por los medios(UMAER) y responsable del operativo que trajo a España a los dos misioneros infectados por ébola, señaló en su intervención la importancia de contar con un personal preparado, medios versátiles y capacidad para asumir nuevas necesidades. Asimismo, en declaraciones a los medios de comunicación, Peralba puso de relieve los fallos a nivel local que se habían producido por parte de las autoridades de Monrovia y que tuvo que solventar el Ejército del Aire, “no podían apoyar al traslado y nuestro equipo tuvo que salir a traer al paciente hasta el avión”. Asimismo, Peralba recalcó que los trajes con respiradores autónomos no son necesarios en este caso, en el que se produce la “transmisión por secreciones y los trajes biológicos protegen lo suficiente”. Según Peralba, en el caso de la lucha contra el ébola en España “se ha demostrado el alto grado de colaboración entre sanidad civil y militar”, así como la gran preparación de los miembros de las Fuerzas Armadas que participaron en las evacuaciones.

El siguiente seminario correspondió al Ejército de Tierra, con la participación de su Director de Sanidad (DISAN), general de brigada médico Enrique Selva Bellod; del coronel médico Francisco Saucedo, que hizo un repaso por la trayectoria profesional de los sanitarios en este ejército, y del capitán de navío Miguel Ángel Cubano, oficial ejecutivo del barco estadounidense USNS COMFORT, que explicó el Curso de Cuidado de Heridos en Combate que desarrollan los sanitarios militares estadounidenses.

“Nuestro principal problema es la ausencia de incorporaciones, no se cubren las plazas que salen a concurso. Se calcula que en 2020 habrá 450 médicos en las Fuerzas Armadas españolas, 100 de ellos en el Ejército de Tierra, lo que es absolutamente insuficiente”, apuntó el general Selva. Otros de los problemas de la Sanidad Militar, según el DISAN de Tierra son la “desmoralización e insatisfacción”, el “desequilibrio de IPEC” (informe personal de calificación) y la “incapacidad de cubrir las necesidades logísticas”, por todo ello, “hay que redefinir la Sanidad Militar”. “Necesitamos tropa sanitaria”, manifestó Selva, que hizo especial referencia a la posibilidad de utilizar personal reservista sanitario en destinos operativos.

Conferencia de Ervigio CorralPosteriormente, durante la tarde se celebraron seminarios por especialidades fundamentales. En palabras del coronel Encinas, cada una de ellas “ha tocado temas específicos de interés para todos”, “los veterinarios han hablado de zoonosis, los farmacéuticos de la reserva estratégica del laboratorio de Defensa (el único de industria farmacéutica estatal) y la fabricación de antigripales y antivirales; odontología se ha centrado en la identificación; psicología en la labor de selección y detección de problemas, así como en las emergencias; y los enfermeros en su formación”.

La importancia de una Sanidad Militar operativa
El viernes por la mañana se dedicó al apoyo sanitario al combate. De este modo, en la primera mesa redonda, participaron el general de brigada médico jefe de la Brigada de Sanidad de Ejército de Tierra (GEBRISAN), Manuel Guiote Linares; el teniente coronel médico Fernando Fernández Arias; la teniente coronel médico Aurora Molina, adjunta al General Jefe en el Cuartel General de la Brigada de Sanidad del Ejército de Tierra; el coronel Armando Torner, jefe de la sección 4JB Sanidad Operativa del Mando de Operaciones; el major general francés Patrick Godart y el teniente coronel alemán Paul Tolete.

“Tenemos la responsabilidad de realizar el apoyo sanitario a una Fuerza en operaciones con calidad, oportunidad y eficacia”, recalcó el general Guiote, “hay que llevar el tratamiento al herido y formar equipos funcionales”. Por su parte el teniente coronel Arias trató el despliegue sanitario en combate urbano y la propuesta de modelo “MEDURB”. Seguidamente, la teniente coronel Molina defendió la necesidad de realizar un curso de apoyo sanitario en combate y la aplicación PECC (Patient Evacuation Coordination Cell) que se está desarrollando en OTAN para la evacuación de heridos en zona de operaciones. “El problema de la Sanidad Militar es que necesitamos gente y no hay”, recalcó el coronel de la sección de Sanidad del Mando de Operaciones, Armando Torner. Mientras que los oficiales francés y alemán explicaron al auditorio el planeamiento sanitario en operaciones militares de sus respectivos países.

En la siguiente mesa redonda, se trató el apoyo sanitario en naciones aliadas, con laSimulacro telemedicina participación de miembros de las Fuerzas Armadas francesas, estadounidenses y ucranianas. Para dar paso a la última mesa redonda de la mañana, bajo el título “cooperación sanitaria con otros organismos de la Administración y la sanidad civil”, moderada por el general de división de la Unidad Militar de Emergencias (UME) Manuel Barrós. En ella, el teniente coronel médico José Briz de la UME explicó los métodos de actuación de esta unidad, así como la colaboración con sanidad civil y organizaciones como la Cruz Roja. Como ejemplo, el simulacro de emergencia en la localidad valenciana de Luñol. Otros participantes en esta mesa redonda fueron Luis Olavarría, del Servicio de Emergencias Sanitarias de Andalucía 061; Carlos Urkía, de Cruz Roja o Ervigio Corral, subdirector de SAMUR Protección Civil. Este último trató las lecciones aprendidas tras el atentado del 11 de marzo de 2004. “La existencia de una organización muy jerarquizada fue clave en la resolución de varios problemas”, afirmó Corral, que apuntó la necesidad en este tipo de emergencias de “un líder operativo global”.

Este tercer día de Congreso concluyó con las comunicaciones libres por especialidades fundamentales y un simulacro operativo de telemedicina en el que, además de la realización del mismo, los asistentes formaron parte de una videoconferencia con el hospital Gómez Ulla y con el hospital español Role 2E desplegado en Herat (Afganistán).

Reestructuración necesaria
El sábado 25 de octubre se trató la evolución de la Sanidad Militar integrada y sus nuevos retos, para lo que se realizó un repaso por la organización de la Sanidad Militar alemana, estadounidense, inglesa y española. De esta última se encargó el general de brigada médico, director del Hospital Central de la Defensa “Gómez Ulla”, Santiago Coca Menchero. “Tenemos que decir a los que entren qué podemos ofrecerles y cuál va a ser su carrera profesional”, señaló Coca, que defendió la necesidad de la reestructuración de la Sanidad Militar, con propuestas de carreras profesionales que ofrecer con las diferentes especialidades, así como la formación continua.

Recogida de premios por especialidadLa conferencia magistral de clausura corrió a cargo de José Ignacio Fernández Vera, director general de la Fundación Española de Ciencia y Tecnología Ministerio de Economía y Competitividad, que habló sobre los nuevos sistemas de colaboración público – privada para el desarrollo de proyectos de investigación biomédicos. Tras lo que se procedió a la entrega de premios a los mejores trabajos presentados por especialidad fundamental y a la lectura de conclusiones por el coronel Encinas, entre ellas: la relevancia de la I+D+i, la necesaria actualización de la normativa pericial, la mejora de la formación del personal en emergencias en NBQ, el perfeccionamiento de la colaboración cívico-militar o la determinación de un nuevo modelo de Sanidad.

“Por primera vez nos hemos reunido todos los profesionales de la Sanidad Militar española”, comenzó su discurso de clausura el general Aguilera, que señaló como retos de futuro la adaptación a los nuevos tiempos y comunicar a la sociedad su labor. “Nos enfrentamos a una situación extraordinaria para todos nosotros”, afirmó Aguilera, “debemos avanzar juntos para lograr la excelencia”. El punto y final lo puso emplazando a los asistentes al II Congreso de Sanidad Militar que, previsiblemente, se celebrará dentro de dos años, en 2016.


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