Álvaro Vicente Palazón/ Madrid
Las víctimas del terrorismo protagonizan la agenda del Foro Global Contra el Terrorismo (GCTF, por sus siglas en inglés) que, desde este lunes, reúne en Madrid a una treintena de países afectados por la violencia política. La Conferencia de Alto Nivel sobre Víctimas del Terrorismo acoge también a numerosas asociaciones de víctimas de los países participantes, entre los que se encuentran Estados Unidos, Colombia, Turquía o España
El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación Internacional, José Manuel García Margallo, destacó ayer durante la inauguración de la conferencia la oportunidad que ésta ofrece para contrastar los diferentes planes de ayuda a las víctimas y para estrechar la cooperación internacional en esta materia. “Las víctimas del terrorismo en todo el mundo tienen mucho en común”, defendió el Secretario de Estado de Seguridad, Ignacio Ulloa, también presente en la inauguración.
Ulloa fue precisamente quien abrió la Conferencia reivindicando la aportación de las víctimas a la lucha contra el terrorismo así como su esfuerzo por llevar a los terroristas ante los tribunales. “Ellas son el testimonio y el acicate para buscar la justicia y deslegitimar la violencia», recordó.
Aprovechó también para reclamar mayor apoyo a las víctimas «desde el momento inmediato al atentado», complementando las indemnizaciones económicas con el asesoramiento en el proceso criminal o penal y el tratamiento psicosocial y puso como ejemplo el trabajo de España a partir de la reciente Ley 29/2011 de Reconocimiento y Protección Integral a las Víctimas del Terrorismo.
Las relaciones entre los gobiernos y las asociaciones de víctimas centran el programa de trabajo de la Conferencia, que abordará también temas como la interacción con los medios de comunicación y el papel de las víctimas en la prevención del terrorismo. La Subsecretaria de Seguridad de Estados Unidos, María Otero, fue especialmente insistente en este último punto; «el testimonio de las víctimas genera un impacto que ayuda a contrarrestar los discursos radicales y el extremismo religioso».
Otero fue más allá en sus recomendaciones a los países asistentes, ante los que presentó un programa de trato a las víctimas basado en cuatro puntos: la responsabilidad de los gobiernos de informar a las víctimas sobre los recursos que pueden obtener del Estado y de la Comunidad Internacional; el derecho de éstas a intervenir en los procesos judiciales «de responsabilización»; la creación de redes internacionales de apoyo a las víctimas que les permita mantenerse en contacto y reunirse; y la obligación de los gobiernos a escucharlas. La subsecretaria de Seguridad se mostró confiada en que estos esfuerzos harán más fácil «el largo camino de la recuperación».
Las conclusiones de las sesiones de trabajo, que culminan hoy martes, quedarán recogidas en la Declaración de Víctimas del Terrorismo de Madrid y se implementarán en un plan futuro.
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