Redacción.

Las fuerzas de seguridad egipcias han detenido en la madrugada del martes al líder espiritual de los Hermanos Musulmanes, Mohamed Badie.  El gobierno interino acusa a Badie de incitar a la violencia tras el golpe militar del pasado 3 de julio en el que destituyeron al presidente electo Mursi.

Según ha informado en una entrevista para la televisión estatal el portavoz del Ministerio de Interior, Abdel Fattah Osman, la detención se llevó a cabo tras localizar a Badie en una vivienda de un edificio residencial del distrito de Ciudad Nasr, al norte de la capital. Al parecer se hallaba escondido en la misma desde que los militares dieron el golpe el pasado julio.

Se trata de un lugar cercano a la mezquita de Rabaa el Adaweya, donde el miércoles de la pasada semana murieron cientos de seguidores del expresidente Mursi al ser desalojados de la acampada en la que permanecían hacía más de un mes, en señal de protesta y exigiendo su restitución en el cargo.

Desde el Ministerio del Interior se han apresurado a publicar fotos de la detención en las redes sociales, en concreto en su Facebook oficial, en cuyo muro puede encontrarse una foto de Badie sentando en un coche escoltado por dos agentes que llevan chalecos antibalas, junto a una breve explicación «En cumplimiento de la decisión de la fiscalía y gracias a información recopilada sobre sus movimientos es como ha sido posible, gracias a la dirección de los servicios de seguridad de El Cairo, detener al guía espiritual de los Hermanos Musulmanes, Mohamed Badie«.

Seis líderes islamistas detenidos
Badie se convierte así en el último líder arrestado de los Hermanos Musulmanes tras las detenciones de Khairat El-Shater, Mahdi Akef y Saad El Katatni. En total seis líderes de la Hermandad que comparecerán ante la justicia este mes de agosto acusados de incitar a la violencia, algunos de ellos directamente implicados en el asesinato de varios manifestantes el pasado mes de junio, frente a la sede de la organización.

La detención coincide con el inicio de la que las islamistas han bautizado como «semana de la ira», en la que anuncian nuevas protestas y movilizaciones contra el gobierno interino, exigiendo el regreso del depuesto presidente Mursi.