Redacción/ Sevilla.
La mayoría de casos de violencia de género quedan impunes en Afganistán, según un informe de la Misión de Asistencia de la ONU en ese país (UNAMA) presentado ayer, martes 11 de Diciembre.
El representante especial de la ONU para Afganistán indicó que las autoridades afganas han hecho progresos en la implementación de la Ley sobre la Eliminación de Violencia contra la Mujer, pero no son suficientes y que la mayoría de esos abusos no se investigan ni se castigan. Según la ONG Oxfam, casi un 90% de las mujeres afganas reconoce haber sufrido abusos o violencia de algún tipo, o haber sido obligada a contraer matrimonio en contra de su voluntad.
Jan Kubis abogó por redoblar esfuerzos para aplicar esa ley, que penaliza el matrimonio infantil, el matrimonio forzoso, la violación de mujeres y niñas, y otras agresiones. Los avances legales, aunque importantes y necesarios, por el momento se quedan sólo en el papel.
Kubis recordó que horas antes de la presentación de ese informe, la directora en funciones del Instituto de la Mujer de la provincia de Laghman fue asesinada por dos hombres armados que no han sido identificados.
“Precisamente ayer, la directora en funciones del Instituto de la Mujer de la provincia de Laghman, Nadia Sidiqi, fue asesinada. Es importante destacar que su predecesora fue asesinada en julio”, lamentó el representante.
Sidiqi y su predecesora alzaron su voz para defender los derechos de las mujeres y condenar la violencia de género.
A pesar de que hace más de 10 años (2001) de la ocupación occidental y expulsión de los talibanes, y con una nueva constitución que reconoce la «igualdad de todos los ciudadanos ante la ley», una amplia mayoría de mujeres afganas siguen viendo restringidos, cuando no violados sus derechos humanos. Ocurre con especial incidencia en zonas rurales, donde, en algunso casos, incluso se limita la asistencia de las niñas a la escuela para la educación básica, por considerarlo inapropiado.
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