Redacción.

La ONU ha confirmado que ha decidido retirar, en un principio de manera temporal, parte de su personal internacional en Damasco, debido a lo complicado de la situación para garantizar su seguridad. 

Se retirará todo el personal «no esencial», lo que a groso modo supone aproximadamente la mitad del personal. Los trabajadores que saldrán de Siria serán reubicados en Beirut y en la oficina del Representante Conjunto, en El Cairo. Mientras tanto, el personal nacional trabajará desde sus casas.

El portavoz de Naciones Unidas en Nueva York, Martin Nesirky, recordó que el organismo mundial valora la seguridad de todo su personal, nacional e internacional y aclaró que cerca del 50% de los empleados internacionales permanecerá en el país árabe.

Nesirky indicó que ayer y hoy estallaron varios morteros tanto en las proximidades como en las instalaciones del hotel de Damasco donde se alojan los empleados de la ONU. “El fuego de mortero causó daños al edificio y algunos vehículos en el aparcamiento, incluido uno de la ONU”, apuntó Nesirky.

El portavoz subrayó el compromiso de las agencias de la ONU con los millones de sirios que precisan ayuda y enfatizó que la Organización mantendrá en el país suficiente gente para continuar llevando a cabo los programas humanitarios.

Asesinatos y secuestros
En las últimas semanas la situación de seguridad en la capital siria se ha complicado debido a que ninguna de las partes del conflicto respeta completamente la ley internacional humanitaria y por tanto, la seguridad de los trabajadores humanitarios no está garantizada.

No en vano, desde el comienzo del conflicto sirio, varios trabajadores de las Naciones Unidas han sido asesinados y otras tantos han sufrido heridas de diversa consideración. Asimismo, un grupo de 21 cascos azules fueron raptados a principios de este mes por rebeldes sirios en los Altos del Golán.