Estados Unidos mueve ficha

Redacción.

Después de que el pasado 30 de Marzo Corea del Norte declarara encontrarse en «estado de guerra» con Corea del Sur, Estados Unidos ha dado orden de desplazar su destructor antimisiles USS Fitzgerald a aguas de Corea.

El USS Fitzgerald está equipado con un sistema de defensa contra misiles balísticos y forma parte de la Séptima Flota de Estados Unidos, encontrándose desplegado en Japón desde 2004.

Previamente habría enviado varios aviones F-22, así como dos cazabombarderos B-2 en el marco de las maniobras militares que ambos países realizan conjuntamente todos los años.

Según la cadena americana CNN, EEUU podría haber iniciado también el desplazamiento a la zona de la plataforma naval SBX-1, equipada con un radar, y cuya función sería vigilar posibles movimientos militares norcoreanos.

Jay Carney, portavoz de la Casa Blanca ha subrayado que aunque su país se toma en serio las amenazas de Corea del Norte, de momento no hay indicios de que dichas amenazas vayan a traducirse en acciones. Esto no significa que el gobierno estadounidense no permanezca «vigilante» a cualquier movimiento que suponga el cumplimiento de dichas amenazas, como ha afirmado la portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland.

La respuesta de Corea del Sur a la amenaza de su vecino del Norte ha sido contundente. La presidenta del país, Park Geun-hye, ha asegurado que no se cruzará de brazos y que la represalia será enérgica ante cualquier provocación por parte del Norte, con el respaldo de su aliado, Estados Unidos.

Por su parte, Corea del Norte da «otra vuelta de tuerca» a la situación de tensión, anunciando que reanudará la actividad de todas sus instalaciones nucleares, incluyendo algunas que permanecen cerradas desde 2007, y que no solo serán utilizadas para la producción de energía, sino también con fines militares.


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