Redacción.

Un grupo de diez mujeres indígenas ixil prestaron ayer por la tarde su testimonio sobre las violaciones, torturas y asesinatos sufridos entre los años 1982 y 1983 por parte de soldados del Ejército de Guatemala.

Los testimonios de dichas mujeres se enmarcan en el juicio por genocidio y delitos contra la humanidad que se inició el pasado 19 de marzo  en contra de el dictador Efraín Ríos Montt, quien gobernó el país entre marzo de 1982 y agosto de 1983, y su antiguo jefe de Inteligencia Militar, el ex general José Rodríguez.

Sobre ambos pesa la acusación de ser los autores intelectuales del asesinato de 1.771 indígenas ixiles, de cientos de casos de agresiones sexuales, torturas, robos y destrucción de propiedad a manos de soldados, así como del desplazamiento forzado de las comunidades de esa región durante los años de conflicto armado.

La mayoría de los hechos tuvieron lugar en un destacamento que el Ejército instaló en la comunidad de Xalbal, en el municipio de Ixcán, al norte, en la frontera con México.

Según los testimonios de estas muejeres decenas de ellas fueron llevadas a dicho destacamento por soldados guatemaltecos y utilizadas como «esclavas sexuales» durante semanas.

Los testimonios fueron estremecedores; las muejeres podían ser violadas por hasta 15 o 20 soldados, algunos de ellos portadores de enfermedades de transmisión sexual, muchas veces delante de su familia, eran abandonadas heridas y desnudas en campos alejados de la población, sus casas destruidas y calcinadas; incluso son sus hijos pequeños dentro, como narró una de las declarantes: “Ni siquiera pude enterrarlo, porque la casa estaba en cenizas y yo tenía mucho miedo”.

Existen 149 casos documentados de violaciones y abusos sexuales de todo tipo. Sin embargo, podrían ser muchos más, pero en estos casos las víctimas, además de con el horror sufrido, cargan con sentimientos de culpa y vergüenza por los delitos cometidos contra ella.