Por Verónica Sánchez Moreno.
El Grupo de Equipos de Desactivación de Explosivos (GEDE), creado en 2008, se ha desplegado ya en tres ocasiones en el Líbano. Su base, la preparación, mezclada con la vocación profesional de estos hombres, que tienen claro que equivocarse no es posible. Encuadrado en la Compañía de Zapadores del Grupo de Movilidad Anfibia (GRUMA) del Tercio de Armada, compartimos una mañana con algunos de sus miembros, en la que además nos enseñan su recién inaugurada pista de indicios
El GEDE de la Brigada de Infantería de Marina está formado por dos Equipos de Desactivación de Explosivos (EDE´s) y se compone de un oficial EOD (Explosive Ordnance Disposal o Desactivación de municiones y artefactos explosivos improvisados o de circunstancias) jefe de grupo, suboficiales jefes de equipo y operadores EOD y personal de tropa especialista EOR (Explosive Ordnance Reconnaissance o Reconocimiento de municiones y artefactos explosivos improvisados o de circunstancias).
De zapadores a EOD
“En el año 2000 se instala en la Academia de Ingenieros de Hoyo de Manzanares el Centro Internacional de Desminado y sus cursos se tienen que adecuar a los Acuerdos de Normalización (STANAG)”, describe el brigada Francisco Baena, miembro del GEDE, “nosotros hicimos estos cursos EOD y se vio la necesidad de crear un equipo de desactivación encuadrado en la BRIMAR que apoyase a la Infantería de Marina como fuerza expedicionaria”. Ocho años después, tras la preparación del personal, la autorización del Almirante Jefe de Estado Mayor de la Armada (AJEMA) para que dentro de la unidad se contase con esta capacidad y la llegada de los medios necesarios para llevar a cabo esta labor, nace el GEDE de Infantería de Marina.
Para poder ejercer el mando del GEDE, un oficial debe tener el curso de EOD, así como amplia formación complementaria. Los suboficiales realizan el curso de Operador EOD y la especialidad de Zapador de Infantería de Marina. Asimismo, pueden cursar también la Especialidad de NBQ y realizar el Curso de Técnico Especialista en Búsqueda y Localización de Artefactos Explosivos (TEBYL). Por otro lado, el personal de tropa realiza el curso de Especialista EOR, la aptitud de Zapador y la aptitud NBQ de Infantería de Marina. Todos estos cursos, menos el de TEBYL que se realiza en la Academia de la Guardia Civil de Valdemoro, se imparten en la Academia de Ingenieros del Ejército de Tierra, el Centro Internacional de Desminado (CID) y el Centro de Excelencia de la OTAN Contra Artefactos Explosivos Improvisados (COE C-IED), de Hoyo de Manzanares.
Estas unidades deben proporcionar capacidades operativas de desactivación mediante la resolución de un incidente EOD que afecte a la movilidad de las unidades y ponga en peligro el funcionamiento de los centros, organismos y bases logísticas, desorganice las comunicaciones, degrade la moral o paralice los complejos industriales, puertos, vías navegables, bases aéreas o núcleos urbanos. Así pues, el objeto de la desactivación es anular todo peligro que pudiese producir cualquier munición no controlada o un IED en la cadena logística. Pero no sólo eso, en España la capacitación EOD incluye la desactivación de municiones convencionales (CMD), la desactivación de artefactos explosivos improvisados (IED), la desactivación de municiones y artefactos explosivos improvisados bien sean biológicos, químicos o radiológicos, y el reconocimiento de municiones y artefactos explosivos improvisados (EOR).
El personal EOD está capacitado para realizar una labor preventiva, es decir, acciones encaminadas a prevenir los riesgos derivados de la existencia de artefactos explosivos improvisados y de municiones. Así como para llevar a cabo el proceso de desactivación, para la eliminación de municiones y de artefactos explosivos improvisados, junto con el análisis de efectos o estudio, con fines periciales y de inteligencia, de los resultados y restos de las explosiones producidas por municiones o artefactos explosivos improvisados. “También nos encargamos de la limpieza de los campos de maniobras”, señala el brigada Baena, “se destruye la munición dañada o sin explosionar, ya que no puede volver a la cadena de suministros”.
Tres Libre Hidalgo, a una por año
Integrado en brigadas del Ejército de Tierra, con el batallón de Ingenieros correspondiente, el personal del GEDE de Infantería de Marina ha participado en tres ocasiones en la operación Libre Hidalgo en el Líbano desde agosto de 2010, cuando partieron para formar parte de Libre Hidalgo XII. Tras ello, en septiembre de 2011 participaron en Libre Hidalgo XV y el pasado mes de enero volvieron a San Fernando después de pasar seis meses en Libre Hidalgo XVII.
“Como el curso EOD que realizamos lo imparten los ingenieros del Ejército de Tierra, la integración es absoluta”, afirma el brigada Baena, que estuvo en Libre Hidalgo XII. “Conocemos perfectamente los procedimientos y el material del que se dispone en zona de operaciones”. La cadena de mando, aunque larga, es muy eficiente, como lo demuestra la labor de estos infantes en Líbano.
El desarrollo de las operaciones ha puesto de manifiesto la importancia de las unidades EOD en la lucha contra IED (C-IED), colaborando especialmente en las actividades de detección, neutralización, negación y explotación, siendo los principales responsables de la neutralización de municiones o artefactos no explosionados (UXO).
Los miembros de este grupo son capaces de fabricar múltiples dispositivos que les permiten practicar y estar preparados ante cualquier circunstancia y que explosionan ante diversos estímulos: luz, presión, a distancia, a través de walkies talkies o teléfonos móviles, entre otros, lo que les permite practicar y estar preparados ante cualquier circunstancia. “Experiencia y conocimiento son las bases para luchar contra los IEDs”, señala Baena. “Hay que intentar adelantarse a la jugada de los terroristas, preparándose y practicando”.
Pista de Indicios artesanal
Hace escasos meses, los miembros del GEDE han diseñado y construido una “Pista de Indicios” que va a permitir mejorar el adiestramiento contra los artefactos explosivos improvisados. En ella es posible llevar a cabo los ejercicios necesarios para el adiestramiento del Grupo de Desactivación de Explosivos. También permite el adiestramiento individual y de pequeña unidad en técnicas contra IED, bajo la supervisión del personal del GEDE, del personal de los batallones y grupos de la Brigada de Infantería de Marina. Con sus propias manos, han recreado situaciones que los militares se pueden encontrar en la realidad: un mercado, coches y motos bomba, suicidas con chalecos de explosivos o minas de todo tipo, forman parte de una pista de indicios modular, lo que permite reconfigurar su distribución periódicamente y adaptarla a las necesidades de empleo, así como simular distintos entornos e incidentes con artefactos explosivos improvisados.
“Para llevar a cabo nuestro trabajo es necesaria mucha preparación, la suerte no es un factor. Practicamos y estudiamos las técnicas, tácticas y procedimientos en países como Afganistán, Irak, Líbano o Mali para así intentar ir un poquito por delante de los terroristas, siempre en base a nuestros conocimientos”, matiza el brigada Baena. “Esto es vocación, no somos nada especial pero tenemos claro que trabajamos con explosivos y que si fallamos, se acabó. No es cuestión de sangre fría, sino de preparación, de hacer todo en base a un protocolo. Hacer las cosas bien sin margen de error”.
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