Comunicación CISDE.
Utilizada de la forma adecuada, la inteligencia no verbal puede ser una herramienta poderosísima, que nos permite «evaluar en la distancia, pudiendo tener perfiles no verbales de cualquier persona que tenga un vídeo publicado en internet». Al menos, así lo afirma Borja Martín, profesor del curso de CISDE “Técnico Avanzado en Inteligencia de Fuentes Humanas: Lenguaje no verbal y análisis de gestos”, al que hemos entrevistado para el Observatorio.
El profesor Martín es un reconocido experto en la materia a nivel internacional, un área de la inteligencia a la que Martín ha dotado de una metodología precisa para aprovechar todas las posibilidades que la inteligencia de fuentes humanas puede ofrecer. No obstante, se muestra tajante al asegurar que «la comunicación no verbal (CNV) es una disciplina que permite hacer conjeturas, pero nunca sentencias». Para nuestro entrevistado, el quid de la cuestión reside en saber distinguir cuándo la información que obtengo mediante el análisis de la CNV es fiable, y por tanto me permite hacer conjeturas, y cuando no lo es.
¿Qué es y por qué es importante este curso de Humint?
Es una categoría de la inteligencia destinada a la obtención de información a partir de fuentes humanas.
El desarrollo tecnológico, que ha supuesto un gran avance en el campo de la inteligencia, no solo no ha menoscabado esta materia sino que han remarcado su gran valor e importancia. En muchas ocasiones –más de las que pensamos- la información clave para poner en marcha una operación depende solo de una persona, bien porque es la única que puede llegar hasta la fuente bien porque es la única que puede obtener la información necesaria de ella.
Y el lenguaje no verbal, ¿qué es y como se articula dentro de esa disciplina?
Es un sistema de comunicación, sin estructura sintáctica, que engloba un conjunto de signos, gestos, posturas, expresiones faciales y miradas –fundamentalmente-, mediante los cuales la mayoría de las personas emiten, de forma voluntaria o no, mensajes no-verbales. Cuando esa emisión es voluntaria, puede servir para reforzar el mensaje verbal de su autor, o para que este haga creer algo que es falso; cuando es involuntaria -que es cuando suele resultar más interesante, especialmente si lo que expresa el autor contradice su mensaje verbal-, nos permite descifrar, en forma de conjetura, la intención o la emoción que experimenta dicha persona en ese momento.
Una utilización precisa de esta materia nos permite interrogar al mismo tiempo a una persona y a su subconsciente, nos permite evaluarlo en la distancia, pudiendo tener perfiles no verbales de cualquier persona que tenga un video publicado en internet, convirtiendo la CNV (Comunicación No Verbal) en una herramienta poderosísima.
¿Cuáles son las ventajas y limitaciones?
Por suerte para nosotros y por desgracia para la mayoría, esta disciplina ha sido tratada y difundida de manera tan trivial como poco eficaz, haciendo creer a quienes llegaban hasta ella que se podían hacer diagnósticos exprés sin miedo a equivocarse; como, por ejemplo, afirmar que una persona que mira a la izquierda mientras afirma algo, miente siempre; o que otra que se cruza de brazos está siempre bloqueada. Pues en unos casos sí, pero en otros muchos no; en unas personas sí y en otras no; en unos asuntos sí y en otros no; en unos contextos sí y en otros no… El problema de la mayoría de los manuales que difunden esta materia es que solo se centra en cuando es “sí”, obviando casi por completo cuando es “no”; siendo justo ahí donde está el quid para nosotros: en saber cuando esa información es válida y cuando no, cuando puede ser utilizada y cuando no.
Simplezas de este tipo han proliferado como la pólvora, especialmente en el ámbito de la selección de personal y en los entornos de políticos y oradores, pero también en los cuerpos de seguridad del Estado, animando a quien recibe estas consignas a realizar sentencias para las que no caben recurso, sin contemplar indicios o pruebas mesurables, sin tener un perfil no verbal del sujeto, sin evaluar el asunto y el contexto, sin contemplar los falsos positivos y negativos, y sin someter todo su conjunto a un método que permita valerse de las bondades del empirismo, asumiendo que el resultado nunca alcanzará la categoría de científico.
La CNV es una disciplina que permite hacer conjeturas, pero nunca sentencias.
Vistas esas limitaciones, hace más de ocho años, y después de analizar concienzudamente toda la bibliografía sobre esta materia, creamos, con todo el rigor y prudencia a nuestro alcance, un método para esta materia: un método que tabula, analiza e interpreta los datos sobre la base de un protocolo de naturaleza científica, que impide los diagnósticos exprés y las sentencias en base a una sola variable; un método que elabora conjeturas informativas en base a complejas ecuaciones de datos, indicios y pruebas, y lo hace sobre un análisis profundo del personaje estudiado, del asunto tratado y del contexto en el que se produce.
¿A quién le puede resultar útil esta materia?
Hay tres tipos de personas interesadas en esta materia: las que se sienten seducidas por la posibilidad de analizar a las personas de su entorno; las que se valen de esta materia para su trabajo (selección de personal, políticos, etc.); y las que trabajan en servicios de inteligencia. Este último ámbito -los servicios de inteligencia- no puede permitirse el nivel de especulación que planea sobre los anteriores, ya que de sus conjeturas dependerá la integridad de compañeros y de sus fuentes, además del éxito de muchas operaciones.
Y para terminar ¿Es un curso difícil?
Es un curso muy asequible y muy interesante, pero -para no engañar a nadie-, exigente en cuanto a tiempo y resultados, ya que tiene mucha práctica, además de porque su estructura no permite avanzar dejando temario atrás.
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