Redacción /Madrid.
Con motivo del 20º aniversario del atentado de la plaza de la Cruz Verde, perpetrado por la banda terrorista ETA, se ha celebrado en Madrid un acto de homenaje a los fallecidos. El artefacto provocó cinco víctimas mortales: los capitanes Ramón C. Navia, Juan A. Núñez y Emilio Tejedor, el soldado Francisco Carrillo y el funcionario civil Antonio Ricote
El acto ha estado presidido por el director de la Dirección de Acuartelamiento, general Ricardo Álvarez-Espejo, y junto a él han estado presentes las viudas y los familiares de los fallecidos. Han asistido también la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, el jefe de la 1ª zona de la Guardia Civil, general José Quílez, el concejal del distrito Centro, José E. Núñez, la concejala de Área de Comunicación, Mª Isabel Martínez-Cubells, y la presidenta de la comunidad de propietarios del edificio que se vio afectado, Mª Sol Otero.
El homenaje ha consistido en una misa oficiada en la Catedral Castrense, seguida por el descubrimiento de una placa en memoria de los fallecidos colocada en el número uno de la plaza madrileña, lugar donde la banda terrorista ETA colocó el coche bomba. Han descubierto la placa el general Ricardo Álvarez-Espejo y Ana Botella. A continuación, la viuda del capitán Emilio Tejedor, Araceli Prieto, en representación de los familiares, y la alcaldesa de la ciudad han ofrecido la corona de laurel in memoriam.
Atentado en el centro de Madrid
Eran poco más de las 8.30 del 6 de febrero de 1992 cuando la explosión de un coche bomba en la plaza de la Cruz Verde alcanzó a una furgoneta militar, haciendo temblar varios edificios próximos. El vehículo se dirigía a la Capitanía General, donde actualmente está la Dirección de Acuartelamiento, ubicada en la calle Mayor. La onda expansiva causó numerosos daños materiales en los inmuebles aledaños e hirió de diferente gravedad a transeúntes y vecinos.
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