Redacción.

La policía federal belga ha lanzado, tras los atentados yihadistas de hace una semana en París, una amplia operación antiterrorista en tres puntos del país que culminaba este jueves con la muerte de dos supuestos terroristas en la localidad de Verviers.

La policía realizó ayer varias operaciones simultáneas en todo el país, en las localidades de Verviers, Vilvoorde y el distrito de Molenbeck (Bruselas), con una amplia población musulmana. En todas ellas se realizaron diversos registros y pesquisas para identificar a presuntos yihadistas.

En Verviers, localidad del este del país, varios agentes de policía realizaban registros en la zona donde se produjeron los hechos cuando entraron en el local donde se encontraban los supuesto yihadistas, que abrieron fuego contra ellos con armas automáticas. Como consecuencia del tiroteo, dos de los sospechosos resultaron muertos, y un tercero se encuentra herido, y según fuentes de la fiscalía han asegurado a la prensa francesa «los sospechosos fueron neutralizados y ningún policía ni civil resultó herido».

Planeaban un atentado inminente
La fiscalía aseguraba este jueves que había detectado una célula terrorista compuesta por varios individuos que acababan de regresar de Siria, y que «planeaban un atentado de gran envergadura de manera inminente».

Según fuentes de la policía, en la noche de ayer aún se encontraban abiertas al menos 10 operaciones relacionadas, aunque no ha querido precisar más datos por el momento para no perjudicar a la investigación.

Como consecuencia de los resultados de las investigaciones que se están realizando, Bélgica ha elevado el nivel de alerta del 2 al 3 para fuerzas y cuerpos de seguridad y justicia, por el alto riesgo de atentado, aunque mantiene el nivel 2 para el resto de la población.

El Gobierno belga está barajando la posibilidad de implantar nuevas medidas para la lucha contra el terrorismo, como la sustitución de policías por el Ejército en caso de urgencia y la ampliación de escuchas telefónicas a sospechosos.