Redacción.

La Policía Nacional ha detenido esta madrugada a cinco personas como presuntos autores de la colocación de artefactos explosivos en la Basílica del Pilar de Zaragoza y la Catedral de la Almudena en Madrid, los pasados meses de octubre y febrero respectivamente.

En el marco de la operación llevada a cabo por la Comisaría General de Información de Madrid y Barcelona, se ha detenido a tres personas en el barrio del Carmel, en Barcelona: Francisco Javier Solar y Mónica Andrea Caballero, de nacionalidad chilena, y a la italiana Valeria Giacomoni.

Los dos chilenos son sospechosos de ser los autores materiales de la colocación de los explosivos, mientras que Giacamoni podría haber colaborado en la operación. Se detuvo a otras dos personas que se encontraban en el domicilio y que podrían estar relacionados con los hechos, aunque aún está por confirmar.

Según ha declarado el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, los dos chilenos pertenecen a un comando anarquista internacional «extremadamente peligroso», y tienen antecedentes en su país de origen por hechos similares. Este punto ha sido confirmado por el ministro del Interior chileno, que ha asegurado que los detenidos «son muy conocidos por su historial delictivo en Chile».

Pertenecen al denominado Comando Insurreccional Mateo Morral, que toma su nombre del anarquista que atentó contra el rey Alfonso XIII en el año 1906.

Los detenidos han sido identificados gracias a las imágenes grabadas en los aledaños de la Basílica el día de la explosión. En dichas imágenes se les ve llegar con dos mochilas, tomando precauciones para no ser vistos, y salir sin ellas minutos antes de la explosión.

Los principales sospechosos han sido identificados a raíz de las imágenes grabadas el mismo día de la explosión en los aledaños de la basílica.

Fueron vistos llegando con dos mochilas al templo y tomando precauciones para no ser vistos. Después, salieron del lugar poco antes del estallido del artefacto.

Sólo daños materiales
Afortunadamente, ninguno de los dos artefactos que ha colocado este comando en España, en la Basílica del Pilar y la Catedral de la Almudena, han causado víctimas mortales ni heridos, aunque sí daños materiales.

A este respecto, los presuntos autores de los hechos han asegurado que su intención nunca ha sido la de dañar a los turistas y feligreses, motivo por el cual avisaron a dos periódicos y a los templos para que fueran desalojados antes de la explosión, como expresaban en un comunicado hecho públicos días después de la explosión.

En el mismo aseguraban, refiriéndose a la Basílica que «estandartes fascistas como éste no son y jamás serán lugares seguros» y que el templo «se erige como uno de los principales símbolos y punto de encuentro del fascismo».