Redacción/ Sevilla.
La investigación de la Policía Nacional ha permitido que una madre y una hija se reencuentren después de casi 50 años separadas. La hija acudió a Fiscalía de Valencia para denunciar que había sido un bebé robado.
La hija nació en 1964, y fue separada de su madre nada más nacer. Como ha ocurrido en otros muchos casos de similares características, se hizo creer a la madre que su bebé había muerto tras el parto.
En 2011, y tras descubrir que había sido un bebé robado, la mujer acudió a la Fiscalía valenciana para que se iniciara una investigación. Las pesquisas dieron comienzo en octubre de ese año, y fueron complicadas, principalmente por el tiempo transcurrido desde que ocurrieron los hechos, además de por la dificultad de poder localizar y relacionar toda la información que se pudiese conservar de la época.
Finalmente, los agentes lograron localizar unos archivos con documentación de interés, en los que constaban fechas de entrada y salida de mujeres que en la época habían dado a luz en el centro médico.
Una vez analizada toda la información, los investigadores obtuvieron un listado con más de 200 candidatas, por lo que trataron de localizar a todas y cada una de las madres que habían dado a luz en esa fecha.
El ADN, prueba definitiva
En estos casos, es imprescindible la realización de pruebas de cotejo de ADN, para confirmar el parentesco familiar. Aquí el resultado fue inequívoco, confirmando la relación entre ambas mujeres como madre e hija.
Durante todos estos años la madre biológica había vivido convencida de que el bebé, del que ni siquiera le confirmaron el sexo, había muerto en el parto. Además, el personal sanitario en ningún momento le enseñó cuerpo del bebé fallecido ni ubicaron su lugar de inhumación.
La Policía continúa ahora investigando para localizar a los responsables de la sustracción, cuyas diligencias están a cargo de la Fiscalía de Menores de Valencia.
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