Redacción.
Agentes de la Policía Nacional española, en colaboración con la Policía Nacional y la Gendarmería francesas, han desarticulado una organización asentada en Francia y España, dedicada a la captación de mujeres sudamericanas para su posterior explotación sexual en diferentes ciudades francesas.
La operación se ha saldado con la detención de seis personas en España, los principales responsables de la organización en nuestro país, en virtud de Órdenes Europeas de Detención dictadas por las autoridades galas.
La investigación está en marcha desde hace dos años, en los que se consiguió averiguar que existían dos núcleos en la organización, uno asentado en España y otro en Francia.
Los datos obtenidos entonces sobre este grupo llevaron hasta otra red, dedicada a la explotación sexual de mujeres sudamericanas, asentada principalmente en España y a la identificación de sus principales responsables, comenzando así la labor de la Policía española
A raíz de la información aportada por el Agregado policial de Interior en Francia, agentes de la Policía Nacional comenzaron a investigar la organización criminal que ya estaba siendo investigada por la Oficina Central para la Represión del Tráfico de Seres Humanos de la Policía Judicial francesa
«Tour sexual»
La parte de la organización establecida en España se encargaba de reclutar a las mujeres en sus países de origen, normalmente a través de anuncios en Internet. Una vez que estaban en Francia, organizaban un “tour sexual” con ellas por diferentes ciudades francesas, en las que prestaban los correspondientes servicios sexuales. También era la que anunciaba los servicios sexuales a través de sitios de Internet publicados en diferentes ciudades y departamentos franceses. Además, ejercían a modo de secretaría, recibiendo las llamadas de los clientes y acordando con ellos las citas con las mujeres.
Por último, también se encargaban de recaudar los beneficios que las víctimas de la red obtenían a cambio de sus servicios. Dicho dinero era enviado a través de diversas empresas de envío de dinero a personas relacionadas con la organización criminal residentes en España.
De este modo, la organización pretendía despistar a la Policía y desviar su atención de los verdaderos beneficiados con el trabajo de las víctimas. Hasta la fecha, se ha podido acreditar el envío de alrededor de 800.000 Euros por parte de las mujeres a distintos miembros y colaboradores de la organización en España.
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