El pasado 5 de abril los agentes de la Policía Nacional detuvieron a cuatro personas españolas (tres de origen marroquí) durante la primera operación en Algeciras en la que se confiscaron más de tres toneladas de hachís. Un individuo más, natural de Marruecos, que custodiaba un zulo con otras seis toneladas en una vivienda de La Línea de la Concepción, fue arrestada durante la segunda operación.

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Estas dos operaciones en las inmediaciones de la Bahía de Algeciras se resolvieron con éxito gracias a la correcta intervención de los agentes del orden, pero pudo no ser así.

Alijo de droga oculto bajo un sistema hidráulico. Fuente: Policía Nacional. Ministerio de Interior

La primera intervención se efectuaba en el municipio de La Línea de la Concepción durante la tarde de ese día, en torno a las 18:00 horas, cuando, tras los datos de inteligencia y la vigilancia de la zona, dieron con el vehículo de uno de los detenidos, al que sorprendieron y arrestaron junto al alijo de droga que se encontraba oculto bajo un plato de ducha que encubría un zulo, el cual se abría y cerraba a través de un sistema hidráulico. Los agentes quedaron sorprendidos ante la sofisticación del invento. En su interior recabaron más de seis toneladas de hachís, incluyendo una furgoneta que contenía placas dobladas y figuraba como sustraída de Francia.

La segunda maniobra, que tenía lugar en la zona rural de Botafuegos (Algeciras), comenzaba a partir de las 22:00 horas tras el tiroteo que recibieron dos agentes que patrullaban la zona, en la cual se encontraban principalmente por la presencia recurrente de «guarderías de droga», que son almacenes donde guardan la mercancía durante un tiempo antes de ser llevada a otros puntos para su distribución.

La agentes de policía detuvieron a cuatro personas en la vivienda de Algeciras. Fuente: Policía Nacional. Ministerio de Interior

Posteriormente, los refuerzos policiales acudieron en masa y se dispusieron a negociar una entrega pacífica de los individuos que se encontraban en el domicilio. Tras dos horas de negociación y algunos disparos más, éstos se entregaron pasivamente alegando que «creían que eran ladrones». En la vivienda encontraron más de cien fardos de droga; dos pistolas; dos escopetas; dos chalecos antibalas y mucha munición.

Una vez más se evidencia la inseguridad que existe en esta zona, en la que los tiroteos, persecuciones y detenciones son más que rutinarios. A pesar de ello, los comisarios y portavoces de los cuerpos de seguridad quisieron recalcar el éxito de las mismas:

    En términos estadísticos estamos en las mismas cuotas que hace dos o tres años, e incluso mejores. La delincuencia no está aumentando en estos términos. Pero sí que es cierto que, ante el hostigamiento de las fuerzas policiales contra el narcotráfico, los delincuentes están reaccionando con actitudes cada vez más violentas. Estamos tomando medidas y por parte de la Dirección General de la Policía se están estudiando fórmulas para atajar esta violencia

 

La mafia del narcotráfico

A pesar de las estadísticas y las posibles mejorías de resultados en este campo, los clanes que comercian con la droga en esta zona aterran a la población como si de una ficción televisiva se tratase. Hace poco tiempo, un grupo de 20 encapuchados asaltaron el Hospital de La Línea, atemorizando a todos los presentes, para liberar a un conocido traficante que se encontraba en Urgencias detenido por la Policía, de la cual resultaron heridos dos agentes. Se lo llevaron deprisa aún con las esposas puestas en una furgoneta.

La mafia del narcotráfico asaltó el Hospital de La Línea de la Concepción. Fuente: agencia EFE.

Y es que son muchos los factores que alientan este negocio en la zona: la proximidad a Marruecos; la menor condena penal, que en España es de cuatro años, mientras que en Francia es de diez; la gran cantidad de dinero que mueve este mercado; y, sobretodo, la coincidencia de estos factores con una de las zonas más castigadas por el paro (35%). Estas personas y niños dedicados a la compraventa de droga son educados para esto, educados para realizarlo con éxito, para desconfiar de la policía, para enfrentarse a cualquiera que se le interponga. ¿Pero cómo reeducar a esta masa cuando ven que en media hora pueden ganar lo que podrían en dos años de trabajo? ¿Cómo reeducarlos cuando ni si quiera se les da la alternativa de tener un trabajo?

La sociedad no solo debe castigar a los delincuentes, sino que debe paliar las circunstancias que les lleva a delinquir, y un factor clave es la corrección del nivel de paro. Ardua tarea en una zona en la que es casi imposible calcular la población que ocupa este sector ilegal… pues en cada operación de narcotráfico trabajan alrededor de 40 personas.

Fuentes: Policía Nacional; Ministerio de Interior; Agencia EFE