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La Reserva italiana: una reforma necesaria

La Reserva italiana: una reforma necesaria

Puesta en marcha con la profesionalización de las fuerzas armadas a comienzos de siglo, la reserva italiana constituye el ejemplo más cercano al caso español. Básicamente, la reserva militar italiana tiene dos componentes: por una parte, una reserva que a mediados de 2016 sumaba unos 13.000 ex militares voluntarios y que recibe el nombre de Forza di Completamento; por otra, una reserva de especialistas con unos 1.000 componentes y que se denomina Riserva Selezionata.1 Esta cantera es en principio utilizable tanto en territorio nacional como en misiones exteriores, pero como veremos en las siguientes líneas se trata de un dispositivo cuantitativa y cualitativamente insuficiente para las necesidades de Italia.
El Libro Blanco de 2015 consigna el objetivo de aumentar los efectivos hasta los 30.000 para disponer de una reserva operativa más polivalente, aunque no se prevé un proyecto parecido al de la Guardia Nacional Francesa o al Ejército Territorial Británico.

Los compromisos exteriores de Italia y la amenaza yihadista demandan una reserva más polivalente, flexible y operativa

Los decretos de Defensa del 15 de noviembre de 2004 y del 18 de abril de 2006 autorizaban la creación de la Forza di Completamento con ex militares que se prestasen voluntarios siempre que no hubiesen transcurrido más de cinco años desde el fin de su servicio activo.
Como complemento, se creó una reserva de especialistas que se compondría de los oficiales de la Forza di Completamento en posesión de títulos o con competencia demostrada en áreas críticas para los ejércitos, tales como ingeniería, derecho o periodismo por citar algunas. En paralelo, también pueden ser reclutados en calidad de oficiales para este vivero específico los civiles que dispongan de competencias de utilidad militar2 , tal como ocurre en la Reserva Voluntaria española. Desde 2015, esta modalidad está abierta también para los Carabinieri.
La formación de estos aspirantes a oficiales se realiza en los institutos de formación superior de las fuerzas armadas. Para el Ejército, en la Escuela de Aplicación e Instituto de Estudios Militares de Turín; para la Armada, en la Academia Naval de Livorno; para la Fuerza Aérea, en el Instituto de Estudios Aeronáuticos de Florencia. Allí son instruidos, entre otras materias en:
• Régimen militar, disciplina, Derecho Militar e Internacional.
• Adiestramiento individual de combate.
• Uso del arma individual.
• Primeros auxilios.
• Orientación y movimiento en campaña.
• Cooperación Cívico-Militar.

La formación básica de los reservistas se realiza en la academia militar correspondiente a su ejército y dura cuatro semanas

El nuevo Libro Blanco3 dedica un capítulo específico a la reserva, constata los límites del sistema actual y esboza el marco de su evolución deseada en el espíritu de la directiva de la OTAN correspondiente.4 El objetivo es disponer de fuerzas operativas y de mayor disponibilidad, que puedan aportar un espectro más amplio de competencias compuesto por cuatro tipos de capacidades: específicas, de movilización, complementarias y suplementarias.
Esta nueva arquitectura está incardinada en un marco restrictivo, entre la voluntad de una reforma ambiciosa y la necesidad de unos costes reducidos, pero que se ha revelado imprescindible dado el progresivo envejecimiento de la reserva. Pare responder a estas exigencias, el Ministerio de Defensa ha presentado un proyecto experimental, limitado en principio a 7.000 puestos, con el fin de evaluar durante cinco años su sostenibilidad financiera y la adaptación a las capacidades esperadas. Esta reserva se nutriría de dos fuentes de reclutamiento:
• Unas 6.000 vacantes estarían abiertas a civiles de menos de 25 años para favorecer la renovación de las plantillas y devolver presencia militar a algunas zonas de Italia.
• Las 1.000 vacantes restantes se destinarían al personal de tropa y marinería que abandone el servicio activo de manera voluntaria, compartiendo el objetivo de reducir la edad media en las unidades operativas.

No consta que esta fuerza se apoye en una organización regional ni que vaya a destinarse a misiones de seguridad interna como en Francia.

La Riserva Selezionata constituye un ejemplo de reserva de especialistas muy parecido a la Reserva Voluntaria

El origen de la Riserva Selezionata no fue muy distinto al caso de España. El primer experimento para la creación de una reserva de especialistas se realizó en el Estado Mayor del Ejército en 1999, a consecuencia de un estudio que encuadraba la exigencia de una reserva de carácter voluntario, esbozaba las características y las categorías y la regulaba con la primera normativa. La idea era tener militares (oficialidad, suboficialidad y tropa/marinería) que prestasen servicio durante cierto tiempo al año para completar las plantillas y capacidades de la fuerza permanente. Esta experiencia piloto propuesta por el Libro Blanco parece una tímida respuesta a un proyecto fallido. El proyecto de 1999 proponía una base de 25.000 reservistas, si bien dieciséis años después no parece que se hayan considerado todos los aspectos ni se hayan probado todos los instrumentos para atraer y motivar a un número suficiente de candidatos.
Los jefes de unidad, con el fin de mantener y ampliar su base de reservistas, debe preocuparse de mantener el mayor número posible de ellos instruido, favorecer el cambio generacional y prestar especial atención a su rendimiento. Para ello se suele dar prioridad cada año a la activación del reservista que no ha sido activado antes o en fecha reciente.
Los reservistas pueden ser activados por períodos variables por disposición del Estado Mayor, pero no pueden superar los 180 días anuales. También pueden ser activados hasta el período máximo de disponibilidad firmado de una vez o en activación fraccionada a lo largo del año. El reservista puede asimismo pedir mediante el DP 1008 el reembolso de los gastos de viaje en comisión de servicio. En cualquier caso, la normativa no contempla en ningún caso el acceso del reservista al componente activo al margen del concurso público.

Una media de edad excesiva ha hecho más urgente la reforma de un modelo de reclutamiento que ha resultado demasiado rígido

Conclusiones
Una vez más nos encontramos el modelo dual de reserva que se está imponiendo en Europa: por un lado, las Forze di Completamento que permiten el uso de reservistas para completar las unidades; por otra, una reserva de especialistas en la Riserva Selezionata abierta sólo a oficiales. Esto último es un error, un especialista es útil aportando su experiencia en cualquier categoría, como demuestra el caso español. Otro error es la imposibilidad de que policías, bomberos o personal de Cruz Roja accedan a la condición de reservistas.
El límite de activación de 180 días abre la posibilidad de participar en misiones exteriores y de una relación de servicio más prolongada, lo que además se flexibiliza con la posibilidad de fragmentar la activación. Otro aspecto positivo es la duración de la instrucción básica hasta cuatro semanas, sin que llegue a ser suficiente.
Es necesaria una regulación más flexible, una planificación menos centralizada, un mayor apoyo de los agentes sociales y algún incentivo como desgravaciones fiscales a las empresas con reservistas
Sin embargo, el tope de edad limita la carrera de muchos reservistas. Un profesional cualificado en puesto no operativo tiene aún mucho que ofrecer a los 52 años, edad de baja para la mayoría. Dados dichos topes, no es de extrañar que sólo se permita el ascenso hasta comandante, aunque en otras reservas de más experiencia no tienen problema lleguen al empleo de coronel. De momento no se ha conseguido una reserva lo bastante atractiva como para atraer y retener la cifra propuesta de 25.000 miembros en 1999, menos los 30.000 propuestos en el Libro Blanco de 2015.

 

NOTAS

[1] Anexo V a la nota Nº 4164/DEF/DGRIS/DSPC del 16 de junio de 2016.

[2] Artículo 647 del Código de Defensa que usa el artículo 819 de 1932, nunca derogado y conocido como Ley Marconi, que permite nombrar oficial directamente a un civil.

[3] Libro Blanco de Defensa y Seguridad Internacional, publicado el abril de 2015.

[4]MC 0441/2 Framework Policy on Reserves, 19 de enero de 2012.


Licenciado en Marketing y Management. Profesor del CISDE. Colaborador en CISDE Journal, Revista Ejército, GEES, Revista Atenea, XXI Legio e IEEE. Teniente del ET (Reservista). Novelista.

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