Redacción.

La Comisión Europea decidirá en el día de hoy si exige a la industria naval española la devolución del total o una parte de las ayudas recibidas entre los años 2007 y 2011, ayudas que ha calificado recientemente como «ilegales», pero que son necesarias para la supervivencia del sector.

Se espera que sobre las 11:30 hora española, el Vicepresidente de la Comisión, el español Joaquín Almunia, presente la decisión definitiva tomada por este órgano. En sus últimas declaraciones, Almunia afirmó que las subvenciones deberán devolverlas los inversores que financiaron la construcción de los buques, en ningún caso los armadores ni los propios astilleros.

El sector naval español podría enfrentarse a la devolución de cerca de 3.000 millones de euros en ayudas públicas concedidas mediante el sistema de bonificaciones fiscales del «tax lease», lo que supondría el cierre de todas las empresas y la pérdida de más de 87.000 empleos.

España ha solicitado que sólo se contabilice la devolución de las ayudas a partir de 2011, año en que Europa abrió un expediente a España por la concesión de las mismas.

La pasada semana, tras el encuentro mantenido por el ministro de Industria, José Manuel Soria y el vicepresidente de la Comisión, este último declaró que España debió haber tenido en cuenta la decisión de la Comisión sobre la irregularidad del régimen de ayudas ‘tax lease’ de Francia, sistema similar al español.

Los astilleros, sin financiación
En la misma reunión, Joaquín Almunia propuso a la delegación española encabezada por Soria un sistema de devolución de las ayudas de manera que sólo afectara a los astilleros y armadores, sino sólo a los inversores (la tercera parte del sector).

Por otra parte, la delegación española aseguró, aún siendo la decisión de la Comisión favorable a España, este hecho no resuelve el problema porque de los astilleros que igualmente se quedarán sin financiación.

A este respecto Almunia ha asegurado que está en marcha un nuevo sistema de bonificaciones fiscales, aprobado por Bruselas y que la industria española podrá beneficiarse de nuevos encargos.