Redacción /Madrid.
La Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT) presentaba el día 8 de agosto una querella en Audiencia Nacional contra los tres presuntos miembros de Al Qaeda, detenidos en España el pasado 2 de agosto por integración en organización terrorista y tenencia de explosivos. Asimismo, la propia Asociación insta al Gobierno a mantenerse “firme ante este nuevo chantaje de los presos etarras”
En lo que se refiere a los presuntos terroristas islámicos, la querella fue presentada en el Juzgado Central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional contra el turco Cengiz Yalzin y los dos chechenos Eldar Magomedov y Muhammad Adamov.
La AVT ha acusado a los tres presuntos miembros de Al Qaeda por integración en organización terrorista y tenencia de explosivos, dado que, supuestamente, estaban organizando la realización de un acto terrorista en España.
La huelga de hambre una artimaña más
En relación a las huelgas de hambre iniciadas por los presos de ETA “queremos manifestar que se trata de un nuevo chantaje de ETA al Gobierno, a través de sus presos, para que ceda a sus pretensiones de flexibilizar la política penitenciaria”. Así lo aseguran desde la AVT. Además, aclaran que se trata de un mecanismo de coacción que la banda terrorista ha utilizado en numerosas ocasiones a lo largo de la historia y que nos traen a la memoria los tiempos de De Juana Chaos, que tan oscuros fueron para la dignidad y la memoria de las víctimas del terrorismo.
Con esta iniciativa se escenifica el control férreo que ETA sigue ejerciendo sobre sus presos, utilizando el caso del terrorista Josu Uribetxeberria como bandera de sus reivindicaciones en materia de política penitenciaria y en concreto en lo que se refiere a la excarcelación de presos supuestamente gravemente enfermos.
“Todo este paripé demuestra, una vez más, que ETA no tiene intención alguna de desistir en sus históricas pretensiones. Todo gesto y cesión del Gobierno, por mínimo que sea, será utilizado por ETA para presionar, chantajear y ser rentabilizado al máximo por su entorno”, afirman.
Es por todo esto que exigen públicamente al Gobierno más firmeza que nunca en la política penitenciaria y que ponga fin a la estrategia de premiar a los etarras que supuestamente son buenos con beneficios y acercamientos. “Ya ha quedado más que demostrado cuáles son sus auténticas intenciones, y que sólo utilizan estos gestos en beneficio propio sin mostrar signos de verdadero arrepentimiento o de ruptura con ETA”. Para las víctimas es doloroso que cuestiones que estuvieron en la mesa de negociación entre el anterior Gobierno socialista y ETA se estén aplicando en la actualidad a favor de los terroristas.
Según los representantes de la AVT el Gobierno debe retomar la senda del cumplimiento íntegro de las condenas como instrumento más eficaz para disuadir a los terroristas de obtener sus objetivos. No vale la excusa de la aplicación de la ley: en materia penitenciaria el ámbito de decisión del Gobierno es muy amplio. Es una cuestión de firmeza política.
Por último añaden que no se puede olvidar lo que son las huelgas de hambre para ETA: una de las medidas históricas de presión, chantaje y coacción contra el Estado de Derecho. El Gobierno no debe amedrentarse jamás y mantenerse firme frente a todos estos asesinos que reclaman humanidad cuando ellos no tuvieron la más mínima piedad para asesinar, secuestrar y destrozar la vida de miles de personas.
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