Redacción.

El secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, y el secretario de Estado para el Deporte, Miguel Cardenal, mantenían esta mañana una reunión para analizar los acontecimientos ocurridos ayer junto al estadio Vicente Calderón que resultaron en el fallecimiento de un aficionado del Deportivo de La Coruña.

En la reunión también ha estado presente el director general de la Policía, Ignacio Cosidó; así como el director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández Mesa, entre otras autoridades y responsables.

Finalizada la reunión, los secretarios de Estado de Seguridad y para el Deporte han comparecido en rueda de prensa junto al director general de la Policía y el comisario general de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional para informar del contenido de la reunión y dar a conocer algunos aspectos de la investigación policial que se está llevando a cabo sobre este suceso.

Durante la rueda de prensa, Francisco Martínez se ha comprometido a mejorar aquellos aspectos que sea posible para evitar que vuelvan a ocurrir casos como el de ayer. Sin embargo, también ha afirmado que la mayor parte de las veces, los servicios que se prestan en estas situaciones son satisfactorios, y que si los «fanáticos violentos se preparan para actuar como lo hicieron ayer en Madrid, se puede minimizar el daño, pero no evitarlo».

En su declaración aseguró que se mejorará en el compromiso de ofrecer al deporte más seguridad, «eliminando a los hinchas», cuyo comportamiento nada tiene que ver con los eventos deportivos en sí mismos: «serán expulsados de la vida deportiva».

Violentos con antecedentes
Muchos de los detenidos por hallarse implicados en la reyerta de ayer, entre hinchas del Deportivo de la Coruña y el Atlético de Madrid, tienen antecedentes penales por delitos de todo tipo, por lo que para el secretario de Estado de Seguridad, es de suponer que venían con la intención de «generar violencia», y en ningún caso nada tienen que ver con el partido.

El fallecido es Francisco Javier Romero Taboada, natural de A Coruña, de 43 años de edad y seguidor del Deportivo. Francisco Javier fue golpeado y tirado al río posteriormente, donde permaneció una media hora hasta que fue sacado por la Unidad de Buceo de Bomberos del Ayuntamiento de Madrid.

Los efectivos del Samur-Protección Civil que lo atendieron, comprobaron que presentaba un traumatismo craneoencefálico, hipotermia, y estaba en parada cardiorrespiratoria. A pesar de que consiguieron sacarlo de la parada mediante las maniobras de reanimación, falleció al poco de llegar al hospital.