Redacción.
Los investigadores de la ONU han recogido muestras de la zona de Damasco en la que supuestamente se produjo el ataque con armas químicas, a pesar de que trataron de impedírselo con ráfagas intensas de disparos cuando iniciaban el recorrido.
Los expertos han recorrido el distrito de Ghouta, al este de la capital, donde, según aseguran los opositores al régimen, unas 1.400 personas habrían muerto hace casi una semana como consecuencia de una ataque con armas químicas orquestado por el Gobierno.
Se desconoce la identidad de los tiradores que trataron de impedirles su labor y los recibieron a tiros cuando se encontraban ya en la zona de protección en la que se había declarado un alto el fuego entre el régimen y los opositores.
Los investigadores han visitados dos hospitales de campaña en Muadhamiya (uno de los puntos que recibió el ataque), recogiendo muestras de sangre y tejido de las víctimas, vivas y fallecidas, así como muestras del suelo. Asimismo mantuvieron entrevistas con los vecinos de la zona, información que unirán a la anterior para intentar reconstruir lo ocurrido y aclarar si efectivamente fueron usadas armas químicas, en concreto se sospecha que gas nervioso.
Autorización tardía
La autorización del Gobierno sirio para permitirles la recogida de muestras y las entrevistas llega bastante tarde, ya que según aseguran los expertos, en cinco días podrían haberse perdido la mayor parte de las pruebas del uso de gas nervioso (la vigencia de un agente como el gas sarín es de una semana o diez días a los sumo).
Además, el régimen de Al Assad se ha encargado de bombardear repetidas veces la zona del ataque.
De todas formas, Ban Ki-moon, Secretario General de las Naciones Unidas ha asegurado que su equipo dispone de pruebas suficientes para empezar a trabajar y despejar las dudas sobre la ocurrido el pasado miércoles.
Desde que ocurriera el ataque, ha existido un cruce continuo de acusaciones entre el Gobierno y los rebeldes sobre la autoría del mismo. El régimen ha asegurado que está convencido de que la investigación de la ONU probará su inocencia.
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