Redacción.

El gobierno de Israel ha anunciado este viernes que se prohibirá temporalmente la entrada de todos los palestinos al país tras el atentado perpetrado por dos palestinos este martes en Tel Aviv y que causó la muerte de cuatro personas.

Esta medida, que en principio estará en vigor hasta la medianoche del domingo, endurece aún más las restricciones impuestas desde que ocurriera el atentado esta semana.

Un portavoz del ejército ha afirmado que, tras hacerse una evaluación de la situación y siguiendo las directrices del Gobierno, los palestinos “sólo podrán cruzar desde la franja de Gaza, Judea y Samaria en casos de necesidad médica y humanitaria exclusivamente”.

Este jueves Israel ponía en marcha las primeras medidas tras el atentado más sangriento perpetrado en los últimos ochos meses, desde que estallara esta ola de violencia. El primer ministro, Benjamin Netanyahu ha ordenado el despliegue dos batallones suplementarios (300 soldados) en Cisjordania, la anulación de todos los permisos de viaje a los palestinos durante el Ramadán y el bloqueo militar de Yata, en Hebrón (de donde procedían los atacantes).

Más de 80.000 palestinos han perdido su autorización para ir a rezar a la mezquita de Al Aqsa, en Jerusalén, con motivo del Ramadán. Las autoridades militares que controlan los territorios ocupados conceden habitualmente este tipo de autorizaciones con motivo de las principales fiestas religiosas islámicas. Asimismo, se han anulado los visados de seguridad que permiten salir de la franja por motivos familiares. Los palestinos están viviendo la supresión de este tipo de visados como un castigo colectivo a toda la población civil tras el atentado de Tel Aviv.

El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, condenó ayer la violencia contra civiles, aunque sin hacer referencia específicamente al atentado del martes.