Por D. Gerardo Infante Muluya.
Favorecido por el caos producido en Afganistán tras la retirada soviética, el movimiento talibán hizo su aparición en el verano de 1994, en la región de Kandahar. Se trataba de un movimiento islamista suní integrado por «estudiantes de teología» formados en las escuelas coránicas localizadas a ambos lados de la frontera pakistaní. Su transformación en movimiento político-militar fue favorecida por el callejón sin salida político, el cansancio de la población y por un cambio en la estrategia de Pakistán que, tras las acciones iniciales victoriosas de los talibán, decidió apoyarlos y distanciarse de los muyahidín.
Los talibán iniciaron su ofensiva en el este de Afganistán con la toma de Kandahar, el 13 de noviembre de 1994, y de Ghazni, el 24 de enero siguiente, culminando su avance victorioso con la entrada en Kabul en septiembre de 1996 y el asesinato del anterior presidente Mohammad Najibullah, refugiado en la sede de Naciones Unidas.
A finales de 1998 los talibán controlaban ya más del 90% del país, quedando para el resto, apenas un 10% junto a las fronteras con China y Tayikistán, y algunos enclaves aislados en la montaña, quedaba en manos de la Alianza del Norte, cuyo gobierno era el único reconocido por las Naciones Unidas. Por el contrario, sólo Arabia Saudí, Pakistán y Emiratos Árabes Unidos reconocían al gobierno talibán.
Pronto los talibán impusieron sus leyes fundamentalistas con el resultado de todos conocidos, convirtiéndose Afganistán en refugio de la organización terrorista Al Qaida y de su líder Osama Bin Laden. Las sanciones votadas en el seno del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, para que procedieran a la entrega inmediata del líder terrorista no surtieron ningún efecto.
Como consecuencia de los ataques terroristas del día 11 contra las torres gemelas de Nueva York y el Pentágono, el presidente Bush dio un ultimátum a los talibán para que entregaran a Osama Bin Laden; al no obtener respuesta, el 7 de octubre del 2001 los norteamericanos, con el apoyo de los británicos, iniciaron los ataques contra Afganistán.
La operación denominada inicialmente Justicia Infinita, y posteriormente Libertad Duradera, tuvo como objetivos desplazar del poder al régimen talibán y destruir los santuarios de Al Qaida en el país. El 14 de noviembre las tropas de la Alianza del Norte liberaban Kabul sin apenas resistencia y el 5 de diciembre caía Kandahar marcando el fin del régimen extremista talibán.
Estados Unidos, sin embargo, continuó atacando los reductos de los talibán y Al-Qaidaen la zona montañosa junto a Pakistán. Los combates del valle de Tora Bora, a 80 kilómetros al sudeste de Jalalabad, y a 15 de la frontera con Pakistán, se desarrollaron entre el 6 y el 18 de diciembre de 2001 y, aunque no lograron la captura ni la eliminación de Osama Bin Laden, se consideraron un éxito parcial porque asestaron un severo golpe a los elementos talibán y de Al Qaida que permanecían activos en Afganistán.
No hay ningún comentario