Marta Gómez/ Sevilla.

La visita del Jefe de Estado Mayor de Estados Unidos, Martin Dempsey, a la base de Bragam (Afganistán) para reunirse con autoridades afganas y conocer la ISAF ha terminado en un ataque al helicóptero C17 en el que viajaban el pasado lunes. Dempsey ha resultado ileso aunque hay dos operarios de vuelos que sí han resultado heridos

Los últimos ataques perpetrados en Afganistán por parte de los talibanes contra las fuerzas de la OTAN también han tenido consecuencias para el Jefe de Estado Mayor de Estados Unidos, Martin Dempsey y su equipo, quienes fueron atacados mientras Dempsey se encontraba en su habitación en la base de Bragam (Afganistán). El jefe de Estado Mayor de EE.UU ha asegurado que no sufrió ningún daño y que su equipo está seguro. “Gracias por vuestra preocupación por mi equipo y por mí. Estamos seguros y los dos operarios de las Fuerzas del Aire fueron tratados por lesiones menores”, confirma Dempsey en su cuenta de Twitter. Desde el Departamento de Defensa de Estados Unidos afirman que Dempsey nunca estuvo en peligro y que no había indicios de que fuera el blanco de los ataques insurgentes.

El motivo de la visita de Dempsey fue analizar los últimos ataques perpetrados por afganos disfrazados de fuerzas armadas afganas contra las fuerzas de la OTAN. De esta manera, Dempsey, se reunión con el General John Allen y el General Jim Mattis –responsables de la ISAF en Kabul- “para analizar el progreso de la campaña en Afganistán y cómo mantener el impulso contra los insurgentes y continuar apoyando la capacidad de la ISAF en Afganistán”, explica Dempsey en su cuenta en Facebook.

Al mismo tiempo, Dempsey aseguró estar siguiendo los pasos de la ISAF “para seguir adoptando medidas” con el fin de controlar la amenaza cooperando de manera estrecha con su homólogo afgano, el general Karimi. “Estoy seguro de que los civiles y principales líderes militares afganos sabrán entender la importancia del hecho en este momento”, confesó el Jefe de Estado Mayor de Estados Unidos.

Durante su visita, también se reunió con el nuevo embajador de Estados Unidos, James Terry, para alcanzar perspectivas en la campaña afgana y luchar contra los tres objetivos de los talibanes, “desacreditar el gobierno central de Afganistán, impedir el desarrollo de las fuerzas de seguridad nacional y recuperar el territorio perdido”, que según insiste Dempsey, no han tenido éxito en ninguno de ellos. En este sentido, el gobierno afgano está intentando recuperar su gobernanza con el fin de instaurar de nuevo un entorno seguro por lo que Estados Unidos seguirá luchando en el terreno a pesar de lo ocurrido “continuaremos trabajando y luchando codo con codo”, afirma Dempsey.

Desde que comenzó el 2012, 40 militares de la ISAF han muerto por ataques de insurgentes, conocidos como ataques “verde contra azul” –uniformes de cada bando- en diversos medios anglosajones.