Redacción.
Cinco policías de Dallas han muerto tiroteados en el transcurso de una manifestación contra la violencia policial, convocada en la ciudad estadounidense tras la muerte de dos hombres negros a manos de la policía en solo dos días.
Durante los altercados que se han generado a raíz de la manifestación, los agentes han sido abatidos a tiros por dos francotiradores desde una posición elevada. Los asesinos se encuentran en busca y captura por la policía, que ha solicitado la colaboración de la población. La policía tiene ya tres detenidos, y rodeado a un sospechoso que se ha atrincherado en un garaje, y según ha informado el jefe de policía de Dallas, amenaza con matar a más agentes y detonar varias bombas: «le ha dicho a nuestros negociadores que el final, que él se va a hacer daño y va a matar a más de nosotros. Además, ha añadido que hay bombas por el garaje y en el centro».
La policía de Dallas ha ido informando de la situación y actualizando el recuento de agentes fallecidos y heridos en su cuenta de Twitter. Así anunciaban la cuarta víctima: «con el corazón roto, informamos desolados de que cuarto agente ha muerto»; y la quinta: «hemos perdido a otro. Oficial caído». También a través de la red social, anunciaban que hay 6 agentes heridos, tres de ellos en estado crítica, con lo que no se descartan nuevas víctimas mortales.
Dos afroamericanos abatidos en 48 horas
Se han convocado manifestaciones en diversas ciudades de los Estados Unidos tras la muerte de dos hombres negros a manos de la policía en tan sólo 48 horas, en dos actuaciones especialmente violentas que han sido grabadas en vídeo. Las víctimas son los afroamericanos Philando Castile, en Minnesota, y Alton Sterling, en Luisiana. Castile, murió abatido por un agente de policía que lo había detenido porque su vehículo tenía un faro trasero roto. Su novia transmitió en directo su agonía mientras el policía sigue apuntándoles. El día anterior, dos agentes disparaban y mataban a Alton Sterling cuando ya lo tenían reducido.
El tiroteo en la que ha derivado la manifestación de Dallas hace temer que haya nuevos disturbios como los que se produjeron hace ahora dos años en Missouri tras la muerte de Michael Brown, un chico de 18 años desarmado que fue tiroteado por un policía blanco, Darren Wilson, que fue exculpado de cargos por el Departamento de Justicia de Estados Unidos, al determinar que el agente actuó por miedo y sin intención criminal.
Es evidente la brecha racial que aún divide a los Estados Unidos, y que el propio gobernador de Minnesota admitía con estas palabras: «hubiese acabo de un modo distinto si hubiesen sido blancos».
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