Pregunta. Marian, en España aún son pocas las mujeres, apenas el 12’7% que forman parte de las Fuerzas Armadas (FAS). ¿Qué rol ocupan dentro de las unidades y cómo se puede incentivar la integración de mujeres en sectores laborales tradicionalmente masculinizados?

Campaña «He for She».

Respuesta. La progresión no tiene límites. Es cierto que en los últimos años la incorporación de la mujer se ha estancado, en parte puede que sea por el sacrificio que demanda la actividad y la dificultad de conciliación, que también afecta a los hombres. No obstante, estamos muy delante de otros países vecinos en cuanto a la integración de la figura de la mujer en las FAS. Sería positivo que se realizara un estudio exhaustivo dedicado a la participación de la mujer en esta Institución y adoptar medidas que fomenten el reclutamiento de mujeres en las FAS  y la conciliación laboral.  También es necesario dar relevancia a puestos clave; trabajar desde la dinámica de los «Role Model’s» que demuestren que la mujer está igualmente capacitada que un hombre para llegar a donde quiera hacerlo.

P. ¿ Es posible por tanto reducir la brecha de género a nivel global?

R. Sí, tratando de contar con todas las mujeres expertas desde todos los ámbitos. Tenemos que dar más visibilidad a su trabajo. La brecha solo se superará tratando de incluir a hombres y mujeres en igualdad de oportunidades, una igualdad real y efectiva y para eso hemos de ser más participativos y procurar seguir las premisas de Naciones Unidas en su lema «He for She«. En este sentido, nos hemos sumado al Manifiesto de la Oficina del Parlamento Europeo «#DóndeEstánEllas» para defender la igualdad entre mujeres y hombres, y alentar a las mujeres a que participen en conferencias, seminarios y debates de todo tipo, especialmente en temas de seguridad y defensa. Para ello, se les debe dar la oportunidad, evitando los llamado «Manels» (los paneles y mesas solo con hombres) …

«Manels» o los llamados «paneles formados exclusivamente por hombres».

P. Generalmente la mujer ha sido percibida por la opinión pública como una víctima de los conflictos y no como un agente activo en la construcción de la paz y seguridad. ¿Cómo puede cambiar esto?

R. Desde SWIIS nos preocupamos precisamente de este aspecto. Las mujeres y los niños sufren siempre las consecuencias más brutales de la guerra y los conflictos armados, pero gracias a las Resoluciones de Naciones Unidas sobre Mujer, Paz y Seguridad, adoptadas desde el año 2000, se está generando una nueva conciencia para que la mujer participe en procesos de negociación política para resolverlos, entre otros muchos aspectos. Una experiencia que me llamó mucho la atención fue el papel de las mujeres de Liberia, donde fueron un actor clave para detener el enfrentamiento y comenzar a construir una nueva sociedad.

II Plan Nacional de Acción de Mujeres, Paz y Seguridad 2017-2023. Foto: MAEC.

España ya cuenta con su segundo Plan Nacional de Acción sobre Mujeres, Paz y Seguridad y nosotros nos hemos sumado a promover la aplicación transversal de la perspectiva de género, desde la planificación, ejecución y obtención de resultados de esta importante Política, fomentando el  el debate también a nivel social. Tratamos de involucrar a mujeres  y a hombres desde una premisa: «Si quieres paz y seguridad, defiéndelas». Un ejemplo claro se puede apreciar en la organización de nuestra jornada: «Europeas en acción; mujeres en misiones de paz», que organizamos en la sede del Parlamento Europeo con representantes de las Fuerzas Armadas, la Guardia Civil, la Policía Nacional y expertas civiles.

P. Marian, sin apartar la mirada del mundo de la Defensa. ¿Crees que estamos ante un nuevo escenario belicista? ¿Está España preparada para esta nueva etapa?

R. En la historia de las Relaciones Internacionales hay fechas que marcan etapas y efectivamente, tras la Guerra fría, la Posguerra Fría, el 11-S ahora mismo hay una fragmentación y también una llegada de nuevas administraciones que repercute en la relación entre los países. Ahora mismo se vive una emergencia y cierto pesimismo a la hora de afrontar estos nuevos desafíos, entre los que se incluyen los actores no estatales. Ahora mismo hay que evolucionar y evidentemente en eso está la OTAN, la Unión Europea (UE) la OSCE….

Particularmente España está bien preparada. En las últimas décadas ha llevado a cabo un proceso de internacionalización importante, de tal manera que participamos en misiones de la UE, OTAN y eso supone un esfuerzo de planificación de capacidades, de recursos humanos… No obstante, España está allí donde se le necesita, siendo solidaria con el conjunto de naciones y con el objetivo de proyectar estabilidad. porque la seguridad de nuestro entorno también repercute en nuestra propia seguridad.

P. ¿Sería posible llegar a un estadio internacional sin OTAN?

R. No es posible concebir un escenario internacional sin la OTAN. Cuando uno estudia las alianzas político militares se da cuenta de que a lo largo de la historia ha habido distintos tipos de alianzas, y la única que ha sobrevivido es la OTAN, que garantiza la defensa colectiva de sus países miembros, en virtud de la Carta de NNUU, además de otras tareas que desempeña en la actualidad como la gestión de crisis y la seguridad cooperativa. ¿ Por qué sobrevive? porque se ha mantenido unida y cohesionada, a pesar de que también ha sufrido diversas e importantes crisis, pero , sobre todo, porque no vivimos en un mundo libre de riesgos ni de amenazas y la OTAN dispone de medios e instrumentos para afrontarlos.

P. Hasta la llegada del presidente Donald Trump… 

R. Trump representa una nueva postura de la administración americana pero no cuestiona la OTAN, aunque sí cuestiona la financiación de la Alianza porque Estados Unidos ha corrido hasta ahora con el mayor peso. Ahora los aliados tenemos que redefinir y cumplir los objetivos de destinar el 2% del PIB a defensa , aunque todos somos conscientes de que hemos vivido una etapa de crisis económica y llegar a ese 2% en el caso de España, supone también un gran esfuerzo de planificación, que se manifiesta además en nuestra participación en operaciones. Pero es importante recordar que la OTAN ha sobrevivido a todos los cambios, y sigue sobreviviendo porque demuestra que es capaz de adaptarse a ellos con flexibilidad.

P. Para finalizar, Marian, ¿Hacia dónde nos dirigimos? ¿hemos de replantearnos nuestras políticas de seguridad y defensa?

R. Nos dirigimos hacia una necesidad de colaborar todos con todos, actuando con un enfoque integral. Hoy en día las amenazas son multidireccionales y pueden ser convencionales, no convencionales e híbridas, provocadas por distintos tipos de actores, incluidos los no estatales. Ya no vivimos el enfrentamiento convencional clásico, aunque nunca se puede descartar. Hoy en día existen otro tipo de amenazas, como el terrorismo, la proliferación de armas de destrucción masiva, los misiles balísticos, la interrupción de suministros básicos, etc.

Es necesario que OTAN, Unión Europea, ONU, etc. aúnen sus fuerzas y se trabaje desde la complementariedad, algo que estamos viendo por ejemplo ante el problema de la crisis migratoria en el Mediterráneo con las misiones Sophia (Unión Europea)  y  Sea Guardian (OTAN). Hacen falta coordinar políticas públicas y acciones, y que los Gobiernos quieran llevarlas acabo de forma solidaria, contando con la implicación de la sociedad civil.

Un paso adelante ha sido la adopción de la nueva Estrategia de Seguridad Nacional el pasado 1 de diciembre. Confiemos seguir en esta dinámica y, sobre todo, disponer de un Plan Integral de Cultura de Seguridad Nacional para que la ciudadanía se involucre también en estos temas y evolucionemos desde las democracias representativas a democracias más participativas en defensa de la paz y nuestra seguridad.