Redacción.
Barack Obama ha decidido considerar seriamente la propuesta rusa de poner el arsenal químico de Siria bajo supervisión internacional para evitar una intervención militar extranjera sobre el país.
Por primera vez desde que se inició la crisis, el presidente de Estados Unidos deja paso a una posible solución negociada.
No obstante, considera necesario mantener la presión militar sobre el régimen sirio de Al Assad, por lo que solicitará la autorización del Congreso para intervenir militarmente sobre el país si fuera necesario.
Sin embargo, Obama preferiría evitar la intervención, o al menos así se ha expresado en varias entrevistas concedidas a diversos medios, en concreto en la CNN declaraba: «Si podemos conseguir este objetivo sin llevar a cabo una acción militar, esa sería mi preferencia».
Aunque el presidente Obama ha asegurado que se va a «explorar este terreno, para ver si podemos llegar a algo que sea ejecutable y serio», también ha advertido que la propuesta rusa podría ser «una táctica para estancar o retrasar toda la presión que se está ejerciendo actualmente sobre el Gobierno sirio». Presión que piensan mantener ya que consideran que «sin una amenaza militar creíble, no creo que podamos llegar al acuerdo que nos gustaría».
Obama comparecerá ante el Congreso en el día de hoy para convencer a los congresistas sobre el peligro que suponen las armas químicas, que son «una amenaza significativa para todas las naciones, incluida Estados Unidos», y conseguir así el permiso para una eventual intervención militar sobre el país.
La propuesta rusa
El ministro de Exteriores ruso mandó la propuesta oficial a su homólogo sirio, Walid al Muallem, cuando estaba en Moscú de visita oficial.
Walid al Muallem no detalló la concesiones a las que estaría dispuesto el régimen, aunque aseguro que su país «acoge con satisfacción la iniciativa rusa motivada por las preocupaciones de los líderes rusos por las vidas de los sirios».
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