Redacción/ Barcelona.
Dos altos funcionarios estadounidenses han informado de la posibilidad de la utilización de explosivos líquidos por parte del grupo terrorista, según declaraciones a varios medios de comunicación.
La nueva técnica consiste en impregnar la ropa con un líquido que una vez seca, se convierte en un explosivo que no se puede detectar por las medidas de seguridad actuales. Esta invención ha sido desarrollada por Al Qaeda en la Península Arábiga (AQPA), con sede en Yemen, y a la que pertenece Ibrahim al Asiri. A este ciudadano saudí y experto en explosivos se le atribuye la creación de bombas pegadas en la ropa interior o implantadas quirúrgicamente en el cuerpo.
La principal preocupación de las agencias de inteligencia es detectar a los que llaman «Frankenbombers», atacantes suicidas que podrían llevar un dispositivo explosivo cosido en alguna cavidad corporal y que ahora cobran una nueva dimensión con los explosivos líquidos.
La Casa Blanca también está preocupadas por una posible acción de suicidas en Yemen, probable foco terrorista, que le ha llevado a cerrar una veintena de embajadas y consulados y al ordenar a sus ciudadanos que abandonen «inmediatamente» ese país, retirando al personal no esencial de su embajada en Saná.
Fuentes oficiales estadounidenses declararon al The New York Times que la alerta se desató por varios mensajes entre el líder de Al Qaeda, Aymán al Zawahiri, y el jefe de AQPA, Nasser Al Wuhayshi, que hablaban de un ataque el pasado domingo, un extremo que no ha sido confirmado ni desmentido por el Departamento de Estado. Mientras, el Gobierno ha autorizado en los últimos 10 días una serie de ataques con aviones no tripulados (drones) en Yemen para tratar de interrumpir cualquier complot terrorista.
El Gobierno yemení aprecia la preocupación de los gobiernos extranjeros por la seguridad de sus ciudadanos, aunque considera que “la evacuación del personal de sus embajadas sirve a los intereses de los extremistas”, de acuerdo con el diario “Yemen Post”.
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