Redacción.

La Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ) ha anunciado en un comunicado que el primer barco cargado con armas químicas de Siria partió ayer del puerto de Latakia y se encuentra ya en aguas internacionales.

El barco danés, que parte con una semana de retraso según el calendario previsto, porta armas químicas procedentes de dos instalaciones diferentes. En su trayecto será escoltado por buques daneses, noruegos y sirios, y permanecerá en un lugar no indicado en aguas internacionales hasta que nuevos cargamentos de armas químicas lleguen al puerto de Latakia.

Para la peligrosa operación que ha supuesto la carga del material químico ha sido necesario desalojar previamente a todo el personal civil no operativo del barco. Dicho personal ha sido trasladado por la Armada noruega al puerto chipriota de Limassol.

El retraso en esta parte de la operación, que debió comenzar el 31 de diciembre), se ha debido, en parte, a las adversas condiciones climatológicas del invierno sirio, que mantiene a una parte del país aislada (se han producido intensas nevadas de principios de diciembre) y al bloqueo de las carreteras por los combates entre las fuerzas del régimen y los opositores. La operación también se ha encontrado con algunos escollos de carácter burocrático.

Mil toneladas de armas químicas
En esta fase del operativo, la de transporte y destrucción de las armas químicas participan un gran número de países, con la idea de controlar cada paso y garantizar así la completa inutilización de dicho armamento, entre el que se encuentra más de 20 toneladas de gas mostaza. En esta primera carga se han incluido las armas más destructivas. En sucesivos portes se cargarán las que lo son menos, debiendo destruir todo el arsenal incautado antes del 31 de junio. En total, se van a destruir casi mil toneladas de armamento químico.

La primera parte de la operación, en cambio, se llevó a cabo según el calendario planificado, cuando los técnicos de Naciones Unidas y Organización para la Prohibición de Armas Químicas inspeccionaron a principios de otoño los silos de almacenamiento de armas químicas. En esta fase también se encargaron de inutilizar las plantas de producción y las lanzaderas de armas.

Para finalizar la operación, los buques daneses y noruegos cargados con las armas viajarán hasta un puerto italiano, desde donde el material se transferirá a un buque norteamericano equipado con un laboratorio. El buque de la marina estadounidense destruirá el arsenal en alta mar.