Redacción/ Sevilla.
Este martes ha arrancado en Stuttgart el juicio contra el matrimonio acusado de trabajar durante veinte años como espías para la KGB de la Unión Soviética, y posteriormente para servicio de inteligencia ruso SVR.
Se trata del primer juicio de estas características desde el finde la Guerra Fría
La pareja fue detenida en Octubre de 2011 y posteriormente, tras el supuesto fracaso de un plan para intercambiar espías entre Rusia y Alemania, los presuntos agentes fueron acusados de falsedad documental y espionaje, cargos estos que podrían suponerles al menos 10 años de cárcel.
La fiscalía alemana ha tardado un año en elaborar la acusación, alegando el fiscal federal, Harald Range, en su decisión que los delitos cometidos por los supuestos espías podrían suponer un riesgo o daño enorme para la política de Defensa de la Unión Europea y la OTAN. Según el comunicado de la fiscalía “Los acusados son sospechosos de haber trabajado en Alemania durante un largo período para una agencia de inteligencia extranjera”. La pareja habría negado las acusaciones, y las autoridades les habrían confiscado sus pasaportes austríacos, con información falsa.
En su comparecencia en la primera vista ante una jueza de la Audiencia Superior de Stuttgart, el matrimonio se negó a revelar su verdadera identidad y el abogado que la defiende, Horst Dieter Pöschke, anunció que sus clientes no harán ningún tipo de declaraciones durante el juicio.
Los Anschlag, quienes se identifican como Alexandr y Olga Rost, llegaron a Alemania a finales de la década del 1980, con pasaportes falsos que los identificaban como austriacos de origen sudamericano.
Información clasificada de la OTAN y la Comisión Europea
Según oparece, Andreas Anschlag había reclutado a Raymond Petearay, un diplomático holandés que tenía a información clasificada de la OTAN y de la Comisión Europea y con el que se reunió al menos unas 30 veces, entregándole el diplomático en cada encuentro, una carpeta que contenía docuementos secretos.
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