Redacción.
Tras dos semanas de negociaciones concluyó el pasado jueves sin éxito la Conferencia para la Adopción de un Tratado sobre el Comercio de Armas.
Tres son los países que han impedido que el acuerdo llegara a buen término: Irán, Corea del Norte y Siria, que bloquearon el consenso necesario para la aprobación del texto que constituiría el primer instrumento del derecho internacional para controlar el flujo de las armas convencionales.
En un comunicado, el Secretario General, Ban Ki-moon expresó profunda decepción por el fracaso y sostuvo que el tratado estuvo a punto de alcanzarse gracias al trabajo incansable y el espíritu de compromiso entre los Estados miembros.
Consideró que se trataba de un acuerdo equilibrado y justo, y que en caso de aprobarse hubiese establecido normas efectivas para regular el comercio internacional de las armas convencionales.
El texto incluía entre éstas a los tanques de guerra, los vehículos de combate blindados, los sistemas de artillería de gran calibre, aviones y helicópteros de combate, buques de guerra, mísiles y cohetes, así como las armas pequeñas y ligeras.
Ban Ki-Moon expresó su firme esperanza de que los Estados miembros continuarán explorando fórmulas para que el tratado se convierta en realidad lo antes posible.
Según la Oficina de la ONU para Asuntos de Desarme, la violencia armada mata a más de medio millón de personas cada año, incluyendo a 66.000 mujeres y niñas. Además, entre 2000 y 2010, casi 800 trabajadores humanitarios fueron asesinados por ataques armados y unos 700 resultaron heridos.
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