Francisco Bolúmar Montero.
La Unidad Militar de Emergencias, cuya creación fue calificada como “un acierto” por el Ministro de Defensa, Pedro Morenés, celebró ayer su primera década de vida.
Con más de trescientas intervenciones en España y en el exterior, combatiendo incendios forestales y rescatando a personas tras un terremoto u otra catástrofe, la Unidad Militar de Emergencias “ha calado de forma muy notoria en nuestra sociedad”, en palabras de su Jefe, el Teniente General Miguel Alcañiz Comas. Precisamente por la gran aceptación que ha tenido por parte de los ciudadanos españoles y el número de intervenciones que ha realizado con éxito, sorprende que la Unidad tenga sólo una década, período muy corto de tiempo en un Ejército de tradiciones centenarias y con un unidades como la Legión que recientemente cumplió noventa y cinco años.
Deseo expreso de Zapatero
La Unidad nació en el año 2005, tras un incendio forestal en Guadalajara que dejó a su paso once muertos y un impotente Estado central, incapaz de enfrentarse a este tipo de desastres naturales ya que la protección civil está en manos de las Comunidades Autónomas.
Por expreso deseo del Presidente del Gobierno, José Luís Rodríguez Zapatero, el entonces Ministro de Defensa, José Bono, ordenó a su Secretario de Estado, Francisco Pardo, la creación de una unidad eficaz y flexible, dotada de la mejor preparación, los medios más avanzados y la disciplina castrense.
A pesar de ser creada oficialmente en 2005, la UME inició su actividad en 2007 con el 40% de la plantilla ideal prevista inicialmente (cuatro mil trescientas diez personas), aunque nunca se ha llegado a esa cantidad. Hoy, la UME está integrada por casi tres mil quinientas personas y se la considera operativa casi al 100%. La Unidad está integrada por personal procedente de los tres Ejércitos si bien la mayoría (89%) procede del Ejército de Tierra.
De la inconstitucionalidad al acierto
De acuerdo con el Teniente General Alcañiz, “la concepción y los primeros pasos de la UME” no estuvieron “exentos de críticas y polémica en el seno de nuestra sociedad”. Las Comunidades Autónomas mostraron una importante reticencia inicial pues veían el nacimiento de la UME como un intento de usurparles sus competencias en materia de protección civil. Sin embargo, la suspicacia de las Comunidades fue soliviantada cuando se dieron cuenta de que los militares estarían bajo sus órdenes y que la UME se había creado “con el firme propósito de complementar y reforzar capacidades ya existentes en el mundo de las emergencias” y “en ningún caso para sustituir a nade” afirmó Alcañiz.
Más crítico se mostró el Partido Popular que llegó a amenazar con su disolución una vez llegase al gobierno. El PP dudaba de la constitucionalidad de la UME pues, según el artículo 8 de nuestra norma fundamental, la misión de las Fuerzas Armadas es «garantizar la soberanía y la independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional”, por lo que la actuación en catástrofes naturales quedaba fuera de este mandato constitucional.
Otros, sin embargo, alabaron la actuación de la UME. Durante su primera visita a la Unidad, el Rey Don Juan Carlos afirmó que ésta era “la imagen y el espejo” de España y de las Fuerzas Armadas y aseguró estar “maravillado” y “encantado” de saber que la UME estaba siempre “ojo avizor”.
En todo caso, el actual partido del Gobierno ha cambiado de opinión como demuestran las ciento setenta actuaciones de la UME en la actual legislatura así como el hecho de que sea la única unidad que no ha sufrido recortes presupuestarios. Ayer, durante el acto de celebración de su décimo aniversario, el Ministro de Defensa, Pedro Morenés, reconoció que su creación había sido “un acierto”.
En palabras del Teniente General Alcañiz, la mejor publicidad de la Unidad ha sido “la eficacia, la tranquilidad de solucionar problemas, el buen hacer de la milicia que genera confianza en la sociedad a la que sirve, la cara de suspiro y alivio con que te reciben cuando entras en un pueblo y te dicen: menos mal, ya llegan los militares”.
Trescientas diez operaciones
La Unidad Militar de Emergencias comenzó su actividad en 2007, interviniendo en cuatro incendios forestales, dos inundaciones y una tormenta invernal. Al año siguiente, la Unidad incrementó su actividad, enfrentándose a cinco incendios forestales, cuatro inundaciones y una tormenta invernal. Las circunstancias de ese año, junto con mejoras en la operatividad, convirtieron al 2009 en un año de intensa actividad con la intervención de la UME en treinta y cuatro incendios, cinco inundaciones y seis tormentas invernales. Además la UME prestó su apoyo en las tareas de búsqueda del cuerpo de Marta del Castillo.
En 2010, junto con sus actuaciones en catorce incendios, siete inundaciones y siete tormentas invernales, la UME participó en el rescate de las víctimas del accidente del avión de Spanair en el aeropuerto de Barajas y llevó a cabo su primera misión en el exterior tras el terremoto que asoló Haití. Al año siguiente, la Unidad hizo frente a cuarenta y seis incendios forestales, tres inundaciones y seísmos, incluido el que sacudió Lorca, y una nevada.
El año 2012 fue el más intenso de todos, con cincuenta y nueve intervenciones contra incendios forestales, dos por inundaciones y una por nevada. Además, la UME ayudó a sofocar un incendio en el Ayuntamiento de León, participó junto al Grupo de Intervención en Emergencias Tecnológicas y Medio Ambientales (GIETMA) en Valladolid, y apoyó la movilidad en la Cumbre Iberoamericana que se celebró en Cádiz.
Desde 2013, la UME se ha enfrentado a sesenta y cinco incendios forestales, doce inundaciones, y cinco nevadas y tormentas invernales. Asimismo, este año, la UME ha realizado su segundo despliegue en el exterior, esta vez en Nepal tras el terremoto que asoló el país en el mes de abril.
Un modelo a exportar
El número de intervenciones y la conclusión exitosa de todas y cada una de ellas, “nos permite afirmar que la UME a día de hoy es incontestable”, afirma el Teniente General Alcañiz. Además, el Jefe de la UME destaca que la Unidad “se ha convertido en un modelo exportable que ya traspasa nuestras fronteras” como demuestra el hecho de que, hasta la fecha, la UME ha sido visitada por delegaciones de cuarenta y cuatro países interesados en imitarla. Su mejor carta de presentación es, según su máximo responsable, “su rentabilidad, fruto de un bajo coste y una eficacia contrastada”.
No obstante, el Teniente General se niega a dormirse en los laureles y advierte que la “UME no debe morir de éxito”. Por ello, la Unidad debe “poner la mirada en el futuro y buscar la mejora y perfeccionamiento constante de sus capacidades y procedimientos con la finalidad de proporcionar la respuesta más adecuada ante cualquier emergencia que amenace a nuestra sociedad”. Por esa razón, en diciembre de 2014, la UME certificó su capacidad para actuar ante siniestros NRBQ (nuclear, radiológico, biológico y químico) como ya había hecho anteriormente para incendios forestales, búsqueda y rescate, inundaciones y grandes nevadas.
Sin embargo, mantener su alto nivel de eficacia requerirá de importantes inversiones. El año que viene se iniciará un plan de diez años para renovar su parque de vehículos de manera escalonada y el Teniente General Alcañiz ya sueña con drones y robots similares a los que utilizan los desactivadores de explosivos.
Asimismo, la UME está estudiando la posibilidad de poner en marcha un centro de formación de emergencias en países interesados en copiar el modelo español, entre los que se encuentran Ecuador, Colombia, Perú, Brasil, Argelia, Marruecos, Portugal y Francia.
Para Servir
La creación de la Unidad Militar de Emergencias fue un indiscutible acierto por parte del Gobierno pero su éxito corresponde a la propia Unidad, a su eficacia, entrega y dedicación, claramente plasmada en el lema que ensalzan sus escudos y blasones: “Para Servir”. Esta vocación de ayudar y servir a la sociedad han convertido a la UME en la unidad mejor valorada en las encuestas por los ciudadanos españoles y es que no hay nada que aporte más tranquilidad a una población civil desbordada por una emergencia que la frase “ya están aquí los militares”.
No hay ningún comentario