Redacción.

Según han informado la Coalición Nacional para las Fuerzas de la Oposición y la Revolución Siria (CNFORS), serían 103 las personas que han muerto, y otras 350 han resultado heridas, a consecuencia del bombardeo que este domingo efectuaron los helicópteros del Gobierno sirio sobre la ciudad de Alepo, al norte del país.

Se trata de una cifra bastante mayor de la que ayer informaban el Observatorio Sirio por los Derechos Humanos y otras redes de información del país, que hablaban de unos 76 muertos, de los que al menos 26 eran niños.

El Observatorio ha pedido a los civiles que se encuentran en la ciudad, que permanezcan alejados de los edificios gubernamentales, ya que podrían ser víctimas de las represalias de los rebeldes en respuesta al ataque del domingo por parte del gobierno.

Según fuentes locales, los helicópteros del régimen lanzaron lo que se denomina «bombas de barril», que son artefactos consistentes en un barril lleno de explosivos o de petróleo, sobre las zonas de Ard al Hamra, Al Haidaria, Al Sajur y Sheij Said. Se trata de artefactos que, por su escasa precisión, suelen causar cuantiosos daños materiales y un elevado número de víctimas, como ha sido el caso.

Las Fuerzas del régimen también atacaron las inmediaciones de la rotonda de Marya, en la misma localidad, causando cuantiosos daños materiales, aunque no víctimas mortales ni heridos.

Desde que la zona oriental y central de Alepo en el verano de 2012, el régimen no ha conseguido retomar el control sobre las mismas, aunque sí sobre las localidades situadas al sureste de Alepo.