Durante este año se cumplirán cinco de la creación del Mando de Vigilancia y Seguridad Marítima, junto con el de Mando de Defensa y Operaciones Aéreas, dentro de la estructura operativa de las Fuerzas Armadas. Subordinado directamente bajo las órdenes del Jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), el Mando de Vigilancia y Seguridad Marítima (MVSM) es responsable del planeamiento, conducción y seguimiento de las operaciones de vigilancia y seguridad de los espacios marítimos de soberanía, responsabilidad e interés nacional.

Lucha tráfico ilegal de personas en aguas del Mar de Alborán. Fuente: MVSM.

Por orden de 86/2012, se organizaron estos mandos como estructuras propias de las Fuerzas Armadas. Uno de los objetivos principales del mando marítimo es el Conocimiento del Entorno Marítimo (MSA). En cuanto a su ubicación, la base de operaciones es el Cuartel General de la Flota en Rota (Cádiz), además de tener el apoyo desde la localidad murciana de Cartagena del Almirante de Acción Marítima y su cuartel General, donde se encuentra el COVAM (Centro de Operaciones y Vigilancia de Acción Marítima).

Insignia del MACA ROTA.

Al frente está el Almirante de la Flota Juan Rodríguez Garat. que asume las directrices en caso de que se deban planear operaciones multinacionales de vigilancia y seguridad de espacios marítimos cuando España asuma su liderazgo. Pero este cuerpo de seguridad marítima también tiene en su haber a los aviones de patrulla o vigilancia en el mar del Ejército del Aire, que aportan su imprescindible labor con el conocimiento del entorno marítimo. En muchas ocasiones, desde las alturas, es preciso efectuar búsquedas y seguimiento de unidades de interés o sospechosas. Estas operaciones las coordina y controla el MACA ROTA (Maritime Air Control Authority), de la OTAN.

Buques oceánicos

El patrullero «Vigía». Fuente: Armada.

Por otro lado, la Armada tiene transferidos al Mando Marítimo permanentemente cinco patrulleros y dos dragaminas y puede transferir de manera no permanente otras unidades. Algunos de estos buques son el “Centinela”: colabora en el control del tráfico marítimo, vigilancia de pesca y la búsqueda y el rescate de náufragos, además de las labores propias de vigilancia y seguridad en nuestras aguas; otro de ellos, el “Meteoro«, es uno de los patrulleros configurados como oceánicos; un veterano es el “Infanta Elena”, que cuenta con 40 años de historia. El Buque de Acción Marítima (BAM) “Relámpago” es otro de los buques destinado y es también oceánico. Los BAM son buques polivalentes y de construcción totalmente española, capaces de participar en tareas de salvamento, lucha contra la contaminación y ayuda humanitaria. Forman parte de esta estela marina el “Vigía”, el “Atalaya”, “Rayo”, etc.

Las funciones principales del MVSM se basan en:

• Contribuir al MSA con presencia física. Este conocimiento, entendido como “la comprensión de la situación marítima en un momento y lugar determinado”, permite actuar con eficacia al identificar con antelación las amenazas y actividades ilegales que tienen la mar por escenario. La única forma de alcanzar un conocimiento completo del entorno marítimo es mediante la presencia en los espacios marítimos, el intercambio de información entre todos los organismos y autoridades con competencias y el posterior análisis de dicha información.
• Proteger las líneas de comunicación marítima. Este cometido incluye la vigilancia, la patrulla, la interdicción marítima, la escolta y, en su caso, el embarque de equipos de seguridad en buques de pabellón español.
• Proteger las infraestructuras críticas. Con equipos de seguridad y/o buques de vigilancia desde la mar, como apoyo a las autoridades civiles nacionales.
• Luchar contra la proliferación de armas de destrucción masiva. Son actividades para excluir buques sospechosos, que implican disponer de capacidad a bordo de las unidades de medios de detección e identificación del material ilícito CBRN (Chemical, Biological, Radiological, Nuclear).
• Luchar contra la piratería y contra tráficos ilícitos. Conforme a las competencias que en estas materias otorga la legislación internacional a las Marinas y, en especial, a los buques de guerra.
• Contribuir a las actividades contra el terrorismo por vía marítima. Son acciones para impedir actividades terroristas en buques sospechosos, que requieren de un buen conocimiento del entorno marítimo.
• Mantener la base de datos de las rutas de acceso a puertos, que el JEMAD determine.