Verónica Sánchez Moreno
Es la séptima ocasión que Librado Carrasco, alférez reservista voluntario, catedrático y ex decano de la Facultad de Veterinaria de Córdoba, está en Líbano. Un país al que fue por primera vez en 2009 iniciando un proyecto que ha repercutido muy positivamente en la vida de los ganaderos libaneses y por el que hace un año y medio recibió la Cruz al Mérito Militar con distintivo blanco. Desde la Operación Libre Hidalgo XXIV, en la base ‘Miguel de Cervantes’ en Marjayoun, donde forma parte de la misión de las Naciones Unidas en el Líbano (UNIFIL), hablamos con este legionario y profesor de universidad que se siente “afortunado de ser miembro de las Fuerzas Armadas” y anima a la gente a conocer a su Ejército, “sus medios, su preparación y qué misiones está desarrollando”
Es usted alférez y está destinado en la Brigada de Infantería Ligera (BRIL) ‘Rey Alfonso XIII’ de La Legión, en Almería, ¿cuándo decidió hacerse reservista voluntario y por qué?
La idea de ingresar como reservista voluntario en las Fuerzas Armadas era algo que llevaba mucho tiempo en mi cartera de tareas pendientes pero no pudo hacerse realidad hasta que no acabé mi labor en la universidad como decano porque los compromisos que conlleva el puesto y sus tareas me impedían realizar como quería mi actividad como reservista. Para mí ese compromiso con las Fuerzas Armadas que he tomado consiste en aportar mis habilidades y conocimientos a la seguridad de España y su sociedad.
Usted ya ha estado en Líbano en más ocasiones, de hecho, recibió el premio “Coraza 2014” por haber colaborado, al menos en cinco ocasiones, con unidades de las Fuerzas Pesadas, ¿se siente veterano por esos lares?
Esta es la séptima vez que colaboro con nuestras Fuerzas Armadas en el Líbano, las dos últimas además como reservista voluntario. Realmente no creo que nadie pueda considerarse veterano aquí, ya que la situación es cambiante, por lo que más bien me consideraría con experiencia, una experiencia que es importante para el buen desarrollo de mi trabajo pero que siempre tengo que combinar con una buena preparación porque creo que el exceso de confianza, en este y en cualquier aspecto, siempre suele conducir a cometer errores. Y hay que evitarlo.
Siguiendo con los galardones y unido al reconocimiento que mencionábamos anteriormente, también ha recibido la Cruz al Mérito Militar con distintivo blanco por el desarrollo de un proyecto veterinario que usted lideró, para el desarrollo agroganadero de la zona en la que llevan a cabo sus actividades de Cooperación Cívico-Militar las FAS españolas, ¿puede explicarnos dicho proyecto y la repercusión que ha tenido el mismo?
El proyecto comenzó en 2009, fue una idea para la que convencí a un grupo de profesores, conseguimos medicamentos de donaciones de diferentes empresas e instituciones y vinimos a asistir a los ganaderos de la zona con la brigada Guzmán el Bueno de Córdoba que tiene mucha relación con la Universidad. Desde aquel momento hemos conseguido que hayan venido profesores y estudiantes a esta zona en 11 ocasiones que, cuando llegan, trabajan mano a mano con las Fuerzas Armadas. Visitamos en los pueblos a los ganaderos y de esa manera les formamos y asistimos en los problemas reales que tienen, mejorando su productividad y producción.
Desde que se empezó el proyecto se ha ido desarrollando. Pasamos de que participase solo una universidad a extenderse a todas las facultades de veterinaria y en este momento forman parte, de forma directa e indirecta, las 12 facultades de veterinaria, tanto públicas como privadas, que hay en España. Además, mediante un convenio que se firmó en septiembre con el Estado Mayor de la Defensa, se podrá realizar entre facultades de Veterinaria y unidades de nuestras Fuerzas Armadas en cualquier escenario en el que las condiciones permitan el desarrollo de esta actividad cívico militar. Asimismo, en este proyecto poco a poco se han ido involucrando muchas instituciones y empresas que son las que al final aportan los medicamentos y el dinero necesario para llevarlo a cabo.
¿Cuál ha sido la repercusión en los ganaderos y cómo ha mejorado su productividad?
No hay un estudio de impacto cuantitativo, sino cualitativo. Desde la primera vez que vine en 2009 se ve como la estabilidad de la zona ha propiciado una serie de mejoras de infraestructuras y hemos contribuido a que progresen muchas pequeñas cosas que hacen que las condiciones sean más positivas. Evitar una enfermedad en un animal consigue una mayor producción, con lo cual la gente tiene más dinero, pero además la estabilidad hace que la gente invierta dinero y eso repercute en la mejora. La primera vez lo que nos pedían principalmente eran determinadas medicinas para el ganado, pero a fecha de hoy valoran tanto un buen consejo como la medicina, porque saben que tienen que ser autosuficientes.
Comenta que los cambios en la zona desde la primera vez que fue en 2009 son notables.
Sí, muy notables. Tengo mis fotografías de la primera vez que vine por aquí y las comparo con lo que veo por los pueblos y las carreteras de aquí y se nota mucho. Al igual que se ve cómo la gente ha unido la estabilidad a UNIFIL y especialmente a España, así como el cariño que tienen a nuestro país en esta zona.
¿Cómo es su día a día en la Brigada Libre Hidalgo (BRILIB) XXIV?
Como cualquier otro miembro del contingente, dispuesto para el servicio las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Normalmente me suelo levantar sobre las 5.45h, para empezar la mañana con un poco de deporte, ya que justo después del desayuno comienza la jornada. En mi caso la actividad consiste en salir, acompañado por otros miembros del contingente (conductor, intérprete), a visitar cada día un pueblo diferente. Una vez que llegamos al pueblo se contacta con las autoridades locales, que ya saben previamente que vamos a ir. Estas autoridades nos indican a qué ganaderos hay que visitar y lo que hago es simplemente actuar como un veterinario en cada una de estas granjas. Llevo mis medicamentos, veo los problemas, atiendo al ganado, evalúo la instalación y digo qué podría mejorarse para prevenir algo. Por la tarde, ya en la base, evaluamos lo que se ha hecho esa mañana, qué resultados se han obtenido y preparamos el informe del día, así como la salida del día siguiente. Después toca hablar con la familia, para que no vean que estoy demasiado lejos, y disfrutar de la camaradería de una unidad militar.
¿Se ha marcado algún objetivo para estos dos meses?
A parte de disfrutar de la experiencia y hacer lo máximo posible, el primer objetivo que me marqué era un poco egoísta: participar en una misión internacional como un miembro más en una de nuestras unidades más emblemáticas en las Fuerzas Armadas como es la Legión. Mi segundo objetivo esta vez era empezar aquí cuando se pusiera en marcha el convenio con el EMAD y planificar y ayudar a que ese convenio funcionara, puesto que es mucho más complicado de lo que se había hecho hasta ahora. Han venido profesores y estudiantes de tres facultades diferentes, la Universidad Complutense de Madrid, la Universidad de Murcia y la Universidad CEU Cardenal Herrera de Valencia, y hemos atendido al máximo de explotaciones, demostrando el interés tan grande que hay en este proyecto.
Catedrático de Anatomía y Anatomía Patológica Comparadas y ex decano de la Facultad de Veterinaria de Córdoba, además de alférez, participa con asiduidad en actividades de divulgación de la veterinaria militar, ¿es poco conocida entre profesionales y estudiantes de veterinaria la rama castrense de esta disciplina?
Estoy muy involucrado en la divulgación de la Cultura de la Defensa, creo que nuestra sociedad desconocía a sus Fuerzas Armadas, su cometido, preparación y qué misiones desarrollaban, y cómo su trabajo del día a día proporcionaba seguridad a nuestro país. Por ese motivo empecé a hacer varias cosas: he dado conferencias en diferentes facultades de veterinaria, impulsando el proyecto, captando profesores y estudiantes que quisieran participar, además, con el apoyo del rector de mi universidad organizamos excursiones a la Antártida una vez al año para que los alumnos vean de qué forma los investigadores españoles trabajan en un continente tan alejado, mano a mano con las FAS. Y también hicimos un seminario de Seguridad y Defensa. Poco a poco eso va calando en la gente. Por mi parte, suelo ser bastante vehemente en mi explicación y lo vivo con mucha intensidad, me han dicho que transmito la ilusión del proyecto y creo que eso hace que a la gente le guste, se interese y pregunte. Además, todos los que han pasado por aquí con este proyecto se han llevado un muy buen recuerdo y han visto de forma excepcional lo que hacen nuestras Fuerzas Armadas, a lo que se une la oportunidad de trabajar fuera de nuestro país ayudando a la gente y mejorando la Seguridad de España. Esa mezcla de seguridad y ayudar a la gente llena de una manera que hay mucha gente que quiere volver y se hace un efecto altavoz contándolo en su entorno.
¿Le ha pasado alguna vez que hablando de Veterinaria militar en la Universidad se le ha acercado algún alumno interesándose por esa vía para desarrollar su profesión?
Todos los años tengo entre tres y cuatro estudiantes que se interesan en ingresar en las Fuerzas Armadas. De hecho, un estudiante mío ya es veterinario militar y me da mucha alegría.
Su familia, amigos, compañeros, ¿qué le dicen de su faceta militar?
Mi mujer y mi hijo me lo perdonan porque se sienten muy orgullosos de mi labor aquí. Mis amigos y mis compañeros me comprenden, saben porqué lo hago. Eso es lo más importante.
¿Qué significó para usted que le concedieran la Cruz al Mérito Militar?
Fue muy especial porque me la entregaron justo después de haber ingresado como reservista voluntario. No me lo esperaba. Y además fue promovido desde el Cuerpo Militar de Sanidad. Se me concedió por ser un civil comprometido con un proyecto que estaba dando tan buenos resultados.
Y ahora, ¿qué siente al ponerse el uniforme?
Me siento muy orgulloso de llevarlo. En el hombro izquierdo una bandera, la de mi país, y estoy al servicio de sus intereses, contribuyendo en lo que yo sé hacer como veterinario. Para mí eso es muy importante. Considero que soy afortunado de poder realizar misiones en el extranjero, una oportunidad que no todos los reservistas tienen. Creo que la seguridad de España está fuera de nuestras fronteras y estamos contribuyendo a ella, manteniendo la estabilidad de esta zona.
¿Qué importancia cree que tiene la reserva voluntaria en los ejércitos actuales?
Creo que la reserva voluntaria es muy importante porque permite hacer dos cosas fundamentales. Por un lado consigue que las Fuerzas Armadas puedan contar con una serie de personas que tienen unas grandes habilidades y conocimientos de cualquier especialidad, porque todas tienen un hueco en la Defensa. Todos podemos aportar nuestro grano de arena. Por otro lado, hay muchas personas que en algún momento han querido ser miembros de las Fuerzas Armadas pero no necesariamente realizando la carrera militar, que es lo que me pasa a mí, yo quiero ser miembro de las FAS pero no abandonar para lo que me he preparado durante tantos años, que es ser profesor de universidad. Así pues, se unen dos intereses en los que ambas partes salen ganando: las Fuerzas Armadas disponen de personal preparado que quiere ser parte de las mismas asumiendo un compromiso.
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