Verónica Sánchez Moreno
Que las declaraciones de un reservista voluntario en un medio de comunicación lleven a la petición de su cese como funcionario en el pleno de un ayuntamiento es algo llamativo. Eso es lo que le ha sucedido al teniente de Infantería de Marina reservista voluntario y secretario de la Asociación de Reservistas Voluntarios Catalanes Josep Palouzié i Vizcaya.
Con motivo de la Pascua Militar Palouzié concedió una entrevista al diario La Razón en la que explicaba porqué decidió alistarse como reservista voluntario y su opinión sobre las Fuerzas Armadas y el 9-N. Todo desde el punto de vista de un ciudadano catalán y español. Y saltó la polémica. Algunos medios de comunicación tacharon sus declaraciones de militaristas por realizar afirmaciones como que el servicio militar obligatorio “permitía conocer a España, a otros españoles, convivir bajo una bandera y prestar un importante servicio, que es una manera de generar patriotismo”.
Tanto es así que la Candidatura d’Unitat Popular (CUP) pidió durante el pleno del ayuntamiento de Gerona la dimisión de Palouzié que, además de reservista voluntario, es el jefe de la Policía Municipal de esta ciudad. Según la formación independentista las declaraciones del secretario de la Asociación de Reservistas Voluntarios Catalanes eran «gruesas, belicistas e incompatibles con el cargo que ocupa en la policía local de la ciudad”. A lo que el alcalde de Gerona, Carles Puigdemont, de Convergència i Unió (CiU) replicó “que se trata de un ciudadano que en su tiempo libre se dedica a una actividad asociativa de carácter privado y que estas declaraciones no las hizo en calidad de funcionario municipal».
Semanas después de este rifirrafe hablamos con Josep Palouzié i Vizcaya, reservista voluntario desde 2006 e Intendente Jefe de la Policía Municipal de Gerona desde 1997, que reivindica “el papel de los reservistas no sólo por lo que podemos aportar a las Fuerzas Armadas, sino por lo que representa de superar viejos esquemas y ser una manera de construir ese nuevo patriotismo que tanta falta nos hace”.
¿Por qué decidió ser Reservista Voluntario?
Por diversos motivos: la admiración que tengo a las Fuerzas Armadas y a los profesionales que las integran, por la vocación de servicio a la sociedad y por participar en la defensa de España.
¿Cómo valora su experiencia como reservista?
Con luces y sombras, creo que el Ministerio no se ha creído suficientemente la Reserva Voluntaria. Y se ha limitado a crearla dotándola de poco contenido. El diseño mismo no tiene recorrido. Pensar que un profesional de cualquier ámbito en 15 días (reales 10) o en un mes (reales 20) que dura una activación puede aportar algo a su unidad es totalmente absurdo, no existe diferenciación en las activaciones para formación de las destinadas a prestar servicio en la unidad, no se delimitan las tareas en los puestos de trabajo. Además la selección y la formación básica y específica no responden a unos mínimos estándares que permitan la integración con ciertas garantías en las unidades. Si a ello le sumamos la crisis económica y la limitación presupuestaria que ha obligado a reducir al máximo las activaciones, se ha convertido la reserva voluntaria en un elemento puramente folclórico.
Por el contrario, a nivel personal la experiencia de estos ocho años ha sido muy positiva. La integración en una unidad me ha permitido en las activaciones vivir la vida militar de manera intensa sintiéndome uno más. He participado en prácticas con explosivos en Hoyo de Manzanares, he estado de campamento en el Teleno, he realizado prácticas en zodiacs en el pantano de San Juan, he participado rindiendo honores a varias personalidades en la Plaza de la Lealtad y he desfilado dos veces el 12 de octubre con mi unidad, conociendo las actividades de otros compañeros. He sido un privilegiado.
Como conclusión creo que hay que modificar sustancialmente el modelo, haciéndolo atractivo a los jóvenes y creando unidades específicas de reservistas voluntarios para tareas complementarias, vigilancia de montes en verano, colaborando directamente con la Unidad Militar de Emergencias o aspectos similares, mientras se les ofrece una buena formación militar. Esto daría sentido a la reserva voluntaria y la haría atractiva. El modelo actual está condenado al fracaso.
¿Es complicado ser catalán y español?
Para mí en absoluto, de hecho no puedo entender un concepto sin el otro, me siento muy catalán y también muy español y creo que ambas concepciones no son antagónicas. Si repasamos un poco la Historia existen muchos ejemplos: los voluntarios catalanes en la guerra de África, en Cuba y Filipinas o en los dos bandos de nuestra fraticida Guerra Civil demuestran cómo des de la diversidad de los diferentes territorios de España se tiene una concepción del todo y no sólo de una parte.
Otra cosa es la situación actual (no nueva históricamente hablando) donde una minoría que controla el poder político y gran parte de los medios de comunicación públicos o privados subvencionados lanza un mensaje insolidario, de que solos viviríamos mejor, y una parte de la población se lo cree.
¿Por qué le parece que sus declaraciones en el diario La Razón desataron tanta polémica?
Permítame antes que le manifieste que en esta vida nadie es tan inocente en un medio de comunicación, como para no tener una intencionalidad cuando se lleva una noticia a la portada. Dicho esto, supongo que el manifestarme públicamente defendiendo la Reserva Voluntaria, las Fuerzas Armadas y España, a los sectores más recalcitrantes del separatismo catalán les molesta. En definitiva les molesta todo aquello que demuestra que Cataluña es plural y que no existe un discurso único.
Parece que estas declaraciones se han sacado de contexto y es tachado de militarista, ¿desea realizar alguna puntualización al respecto?
Ser militar o creer en las Fuerzas Armadas de España en general hoy, no está muy de moda. Respecto a la reacción generada entiendo que responde a dos aspectos: el concepto de patriotismo y la idea de España. Creo que en la Transición (que por mi edad tuve la suerte de vivir), no se consiguió establecer ese nuevo concepto de patria o patriotismo que nos hacía y nos hace falta. En el caso de mis declaraciones, las quejas furibundas no sólo han venido de los independentistas catalanes, sino también de otros sectores que no cuestionan España pero sí las Fuerzas Armadas y el conjunto de quejas demuestran que, a diferencia de la mayoría de países de nuestro entorno, asimilan los ejércitos como elementos hostiles a la Democracia y no como aquellos que velan por su seguridad y, por tanto, por su libertad. Solo hay que pasearse por Francia (con más de 40.000 reservistas operacionales) y veremos cómo participan los militares activamente en temas de seguridad o protección civil. Esto en España no se ha hecho bien por ningún gobierno.
Yo no reivindico el Servicio Militar Obligatorio de los ‘80 o ‘90, sería fuera de tiempo y lugar, pero sí creo en la necesidad de establecer un servicio universal para los jóvenes que actúe a favor de la sociedad, del Estado en mayúsculas, lo que se conoce como la Patria, España.
La CUP llegó a pedir su dimisión. Y resulta llamativo que se pida la dimisión de un funcionario municipal por unas declaraciones que hace en calidad de secretario de una asociación privada, como ciudadano. ¿Qué opina de esto?
De hecho son los mismos que claman al cielo cuando a un juez en ejercicio que hace campaña constantemente por la secesión en los medios de comunicación, llegando a redactar una Constitución, se le aplican medidas disciplinarias. Yo sólo me he limitado a manifestar mi opinión al margen de mi profesión, que no es otra que velar por los derechos y las libertades de los ciudadanos, sin tomar partido, pero aplicando el principio de legalidad y no clamando por la subversión desde un Poder del Estado.
Por cierto alguien debería enseñarles Derecho Administrativo y explicarles que los funcionarios públicos no podemos dimitir, ni ser cesados, que sólo podemos ser expedientados y consecuentemente suspendidos o separados del servicio.
¿Ha afectado esta polémica a su día a día como Jefe de la Policía Local de Gerona?
De momento no, veremos cómo evolucionan los acontecimientos y ese supuesto “choque” de legalidades. Lo que ha quedado claro es que para ese sector independentista ultramontano que entiende la vida en blanco y negro, “estás conmigo o estás contra mí”. Utilizando alguno de los adjetivos que me han dedicado soy de “la quinta columna”.
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