La Comisión Europea (CE) ha presentado recientemente el primer plan global de lucha y prevención contra ciberataques críticos con el objetivo de defenderse ante los criminales de la red, que en 2016 ocasionaron más de 4.000 ataques al día con programas de secuestro de archivos o incidentes de ciberseguridad en el 80% de las empresas europeas, según indicó su presidente Jean-Claude Juncker.

La declaración europea asevera que «Intensificará la capacidad de ciberseguridad de la Unión Europea, para proteger la seguridad, la sociedad y la democracia», es imperante obligar a que los sistemas de software y hardware implementen las debidas protecciones para su mercantilización. El planteamiento europeo parte de la actual situación de acoso ciberterrorista y puede adolecer de un enfoque interdisciplinar, determinante en la etapa digital futura.

La herramienta estrella contra la ciberdelincuencia será la creación de una «nueva Agencia Europea de Seguridad Cibernética, con el fin de coordinar mejor la respuesta de la Unión Europea a las amenazas digitales». Un segundo punto interesante es el desarrollo de una «normativa de certificación europea que garantice altos estándares de calidad relacionada con la seguridad de los productos y servicios, medida con la que el organismo espera aumentar la confianza de los usuarios, por ejemplo, de los mecanismos IoT.

También establece «construir la resiliencia, para impulsar la innovación tecnológica, reforzando la trazabilidad y la responsabilidad», proceso con el que el organismo busca capacitarse ante las adversidades, a una crisis o amenaza apremiante.

Un cuarto punto a resaltar es que, «la CE también realizará propuestas que faciliten el acceso transfronterizo a la evidencia electrónica«, con la que se podrá seguir todas aquellas pruebas físicas de carácter intangible como son los rastros registrados en los computadores. Y, por último, habrá que estar atentos a lo que «la Comisión dirá este octubre sobre la función del cifrado en las investigaciones criminales«.