Redacción

Una operación conjunta de la Guardia Civil y la Policía Judicial de Ginebra (Suiza) culminó ayer con la detención de dos personas en Suiza que, presuntamente, captaban a ciudadanas españolas en Canarias para que ejerciesen la prostitución en Suiza. 

La operación, denominada ALOBROGE, desarrollada por el Equipo Contra el Crimen Organizado (ECO) de la Unidad Operativa de la Guardia Civil de manera conjunta con la Policía Judicial de Ginebra y coordinada por la Unidad Técnica de Policía Judicial de la Guardia Civil, se inició después de que la Unidad Técnica de Policía Judicial de la Guardia Civil tuviera conocimiento, a través de los canales de intercambio de información, de que el Grupo de Prostitución de la Brigada Antivicio “Moeurs” del Cantón de Ginebra estaba llevando a cabo una investigación sobre una red de prostitución y trata de personas cuyas víctimas eran mujeres españolas.

Durante la primera fase de la investigación, una de las víctimas de la organización presentó una denuncia, gracias a la cual los agentes pudieron constatar que tanto esta mujer como el resto de víctimas de la red estaban sometidas a amenazas para que ejercieran la prostitución.

Además, los agentes descubrieron que tres personas de nacionalidad española empleaban “una conocida red social y de relaciones personales” para captar a mujeres en Tenerife y Las Palmas, a quienes ofrecían la oportunidad de “ganar grandes sumas de dinero” si ejercían la prostitución en Ginebra.

Según pudieron establecer los agentes, una vez que las mujeres llegaban a Ginebra, éstas tenían que pagar unas cantidades de dinero “abusivas sobre las que habían acordado en un principio” de acuerdo con la información facilitada por la Guardia Civil. Así, las víctimas se veían obligadas a abonar el coste del transporte a Suiza además de cien francos suizos (92€) por trabajar en un club. Adicionalmente, las mujeres estaban obligadas a pagar otros doscientos cincuenta francos suizos (231€) por la seguridad, manutención y alojamiento que supuestamente les proporcionaba la organización. Según la Guardia Civil, las mujeres eran sometidas a amenazas si no abonaban estas cantidades de dinero.

Una vez que la Policía Judicial de Ginebra determinó el modo de operar de los responsables de la trama, el Ministerio Fiscal de Ginebra, a través de la Fiscalía de Cooperación Internacional, tramitó una Comisión Rogatoria Internacional con el fin de que las correspondientes autoridades policiales españoleas realizaran las gestiones necesarias para localizar y entrevistar a las víctimas españolas, así como para que localizasen a uno de los presuntos autores de los hecho delictivos de los que se acusa a los ahora detenidos.

La operación culminó con la detención de dos personas en Suiza y la investigación de otra por los delitos de prostitución y pertenencia a una organización criminal. Durante el transcurso de la operación, en la que también se ha llevado a cabo un registro domiciliario en Suiza, os agentes han podido demostrar, en palabras de la Guardia Civil, “la captación de víctimas de nacionalidad española en el Archipiélago de Canarias, pagos para su desplazamiento y alojamiento en Suiza, coacciones y amenazas mediante engaño y control para ejercer la prostitución en Ginebra”.