Redacción

Un matrimonio de origen oriental se dedicaba a explotar a mujeres chinas en un domicilio de Coslada (Madrid). La pareja controlaba todo el proceso: su captación, la gestión del viaje a España y la prostitución. Ambos han sido detenidos.

Contactaban con las víctimas en China, gestionaban el viaje a España y allí eran reconducidas hasta la localidad madrileña. En el domicilio permanecían todas hasta que la deuda se diese por saldada. Tenían prohibido abandonar el piso. De esta manera ejercían un control directo sobre ellas. Si las víctimas se negaban a realizar algunos de los servicios eran amenazadas e insultadas.

El control era permanente según una información ofrecida por la Policía Nacional. Si los servicios debían realizarse fuera del domicilio, la pareja se dividía para poder controlar tanto a las mujeres que se quedaban en el piso como a aquella que tuviese que acudir al lugar donde requería el cliente.

La investigación se inicia con una llamada telefónica anónima. En ella se afirmaba la existencia de un piso en Coslada en el que se había observado que varias mujeres ejercían la prostitución de manera obligada.

La Brigada Central contra la Trata de Seres Humanos de la Comisaría General de Extranjería y Fronteras, junto a la Brigada Local de Extranjería de Coslada y la Unidad Central de Redes de Inmigración Ilegal y Falsedades de Madrid (UCRIF) han sido las encargadas de llevar a cabo la operación.

Esta operación queda dentro del denominado plan contra la Trata de Seres Humanos con Fines de Explotación Sexual de la Policía Nacional. En 2016, se han recibido más de 1800 comunicaciones a través del teléfono y el correo electrónico que se pone a disposición de los ciudadanos para la colaboración con el procedimiento. 400 de estas llamadas y mensajes han acabado con intervenciones por parte de la policía. Se puso en funcionamiento en 2013 y permanece vigente en la actualidad.